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Alicia Estevez Toranzo, catedrática de Microbiología en la Universidade de Santiago de Compostela (USC)

La catedrática Alicia Estevez Toranzo es un referente en el ámbito de la investigación en patología en acuicultura y el desarrollo de vacunas. Para la experta, «la incorporación de programas de inmunización eficaces frente a las principales patologías que afectan a las diferentes especies en cultivo minimiza el uso de antibióticos», lo que beneficia la salud humana y la animal. Desde el Grupo de Investigación de Patología en Acuicultura (GIPA) en la USC del que forma parte, sigue trabajando, junto a otros investigadores, para garantizar la calidad sanitaria de los productos acuícolas, promoviendo nuevas patentes de vacunas.

Doctora Alicia Estévez Toranzo. Universidade de Santiago de Compostela (USC). Licenciada en Biología y Farmacia. Doctora en Biología. Catedrática de Microbiología en la USC. Miembro del Grupo de Investigación de Patología en Acuicultura (GIPA) en la USC. Autora de numerosas publicaciones, colabora en diferentes proyectos de investigación.

Es usted pionera en nuestro país en investigación en el campo de la microbiología con el objetivo de combatir las enfermedades de los peces. ¿Qué importancia tiene para la acuicultura?

Para que la acuicultura produzca de forma significativa y sostenible grandes volúmenes de alimentos es necesario tener debidamente en cuenta la salud y bienestar de los animales acuáticos. Está claro que la prevención basada en el uso de vacunas es la estrategia clave para conseguirlo, ya que la incorporación de programas de inmunización eficaces frente a las principales patologías que afectan a las diferentes especies en cultivo minimiza el uso de antibióticos, con el consecuente beneficio para la salud humana y salud ambiental.

En alguna ocasión ha dicho que prevenir es mejor que curar, también en acuicultura. ¿La industria acuícola ha hecho suya esta afirmación? ¿Hasta qué punto hay diálogo y colaboración entre la industria y los profesionales de la investigación?

La colaboración entre industria e investigadores tanto en asesoramiento, servicios como en investigación en todas las áreas (patología, nutrición, tecnología, etc.) se hace cada vez más evidente en todos los foros nacionales e internacionales y es una manera eficiente y rápida para la transferencia de resultados al sector y, al mismo tiempo, a los investigadores nos permite conocer de primera mano las tendencias y demandas del mercado. De hecho, en el campo de la patología en acuicultura, la mayoría de las empresas han incorporado programas de vacunación en su rutina de manejo y gestión de las instalaciones.

Sin embargo, a veces existe una cierta falta de transparencia y/o objetividad en esta colaboración entre industria e investigadores. Es decir, los investigadores que dependen de financiación de las empresas pueden sentirse presionados a producir resultados favorables a los intereses de la empresa financiadora y a generar información un tanto sesgada. También puede suceder que los investigadores reciban por parte de la empresa información incompleta y/o sesgada de la problemática que afecta a sus cultivos y que desean solucionar, lo cual dificulta la realización de una investigación totalmente eficaz. Esto suele ser debido al miedo por parte de la empresa de que la competencia sea conocedora de la magnitud del problema a solucionar.

Uno de los aspectos claves en la prevención de enfermedades en la acuicultura es el uso de vacunas. ¿Cuáles han sido los avances más importantes en estos últimos años en ese terreno?

Aunque las vacunas convencionales basadas en formulaciones inactivadas acuosas o adyuvantadas constituyen el principal tratamiento profiláctico empleado en la acuicultura mundial, debido a la buena relación coste/beneficio y a su seguridad para los animales y para el medio ambiente, estas vacunas inactivadas inducen principalmente inmunidad humoral, lo cual no suele ser suficiente para algunos patógenos tanto en términos de protección como de duración de la inmunidad. Para intentar solventar estos inconvenientes en los últimos años se ha hecho mucho esfuerzo en el desarrollo de otro tipo de vacunas como son las vacunas recombinantes, las vacunas vivas atenuadas y las vacunas de ácidos nucleicos, las cuales constituyen nuevos retos biotecnológicos en vacunación en acuicultura a pesar de las restricciones (especialmente en Europa) de algunas de ellas para su uso comercial. 

Desde el Grupo de Investigación de Patología en Acuicultura de la USC han participado en distintos proyectos de gran impacto. De las iniciativas en las que están embarcados ahora, ¿cuál destacaría?

En la actualidad nuestro grupo continúa trabajando para garantizar la calidad sanitaria de los productos acuáticos de crianza. Así, el interés principal del grupo radica en generar nuevas vacunas basadas en proteínas recombinantes o vacunas de RNAm para la prevención de determinadas enfermedades (forunculosis, fotobacteriosis e infecciones por nodavirus) limitantes de la producción de peces marinos de importancia económica como lenguado y lubina con el objetivo de mejorar el porcentaje de protección o bien aumentar la duración de inmunidad de las vacunas ya existentes evitando así la necesidad de revacunaciones. Para ello, estamos empleando los últimos avances en el campo de la biología molecular, lo que nos permitirá dar un salto cualitativo científico-tecnológico importante en el campo de la inmunoprofilaxis de peces.

Por otra parte, dado que en la actualidad existen muy pocos adyuvantes para su uso en acuicultura y muchos de ellos producen efectos secundarios indeseables, otro aspecto importante en el que el grupo se encuentra involucrado es la evaluación de nuevos adyuvantes, así como sistemas de liberación de antígenos que potencien la inmunidad en los animales y que carezcan de toxicidad.

El grupo continua también embarcado en estudios multidisciplinares en los que se analizan las repercusiones del cambio climático en la producción acuícola, con el fin de poder establecer con suficiente antelación planes de mitigación de los impactos biológicos de dicho cambio climático sobre las especies en cultivo.  En esta línea, hemos demostrado que los cambios de temperatura y/o salinidad asociados al cambio climático producen no sólo alteraciones en la fisiología y sistema inmunitario de los animales, sino también en los agentes patógenos, pudiendo provocar una selección de nuevos biotipos/serotipos/genotipos con un potencial más virulento para el hospedador.

Su carrera profesional es muy dilatada. ¿De qué logro se siente más satisfecha?

Uno de mis logros personales y de la que estoy muy orgullosa es el haber formado un Grupo de Investigación de Patología en Acuicultura en la Universidad de Santiago con prestigio nacional e internacional y en el que siempre ha estado muy presente la transferencia del conocimiento y el beneficio y auge de la acuicultura española y gallega.  Esto se pone en evidencia con el desarrollo de métodos rápidos de detección de patógenos y el desarrollo de programas de vacunación efectivos para peces tales como el rodaballo, la dorada, la lubina, el lenguado y la trucha, contribuyendo a mejorar la imagen del producto de acuicultura que las empresa ofrecen al consumidor con el consiguiente beneficio económico.

Otro aspecto del que me siento muy satisfecha son mis actividades de divulgación encaminadas al acercamiento de la investigación en acuicultura al gran público, con el objetivo de concienciar a la sociedad de que la acuicultura en países desarrollados dispone de los conocimientos y medios técnicos para ser una actividad sostenible desde el punto de vista medioambiental, ofreciendo productos sanos, seguros y de calidad.

En su opinión, ¿a qué retos ha de hacer frente la industria acuícola española y, más en concreto, la gallega?

Considero que entre los retos o desafíos importantes a los que debe hacer frente la acuicultura española y la gallega se encuentran:

• La complejidad de la normativa y los trámites burocráticos para nuevas instalaciones o ampliación de las existentes, lo cual puede dificultar el crecimiento del sector. 
• Reducida inversión en I+D+i para desarrollar nuevas tecnologías y prácticas que mejoren la eficiencia y la sostenibilidad de la actividad. 
• La competencia desleal de países con menor exigencia en materia de calidad y sostenibilidad, lo que puede afectar a la competitividad de la acuicultura española.
• El aumento de la demanda de productos con mayor valor añadido, lo cual implicará la necesidad de adaptación de la acuicultura a las nuevas tendencias de consumo.
• La disminución del consumo de productos acuícolas, para lo cual se necesita impulsar la percepción positiva hacia ellos considerándolos saludables y de calidad.

En el aspecto científico y de investigación, ¿cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta el personal investigador en el ámbito de la acuicultura?

Las dificultades del personal investigador en el ámbito de la acuicultura son bastante similares a las existentes en otros ámbitos científicos. Es decir, la investigación en acuicultura requiere inversiones considerables en infraestructura, personal especializado y equipos de laboratorio.  Por tanto, la falta de recursos públicos y privados está limitando el avance de la investigación en áreas críticas como el desarrollo de nuevas especies, la mejora de la calidad de los alimentos y la gestión de enfermedades. 

Como mujer que ha desarrollado toda su carrera en el ámbito científico, entendemos que ha sido testigo de cómo las mujeres se han ido incorporando a este campo. Con relación a la investigación en acuicultura, ¿esa tendencia es clara?

En el ámbito de la acuicultura, como ocurre en el ámbito de ciencias ambientales o en el campo de la salud humana y animal, considero que hoy en día apenas ocurre desequilibrio de género, al menos durante la formación científica y etapa doctoral, a diferencia de lo que ocurre en ámbitos puramente tecnológicos, donde la representación de la mujer en estas etapas es muy baja. 

Sin embargo, lo preocupante es el porcentaje decreciente de presencia de mujeres tanto en acuicultura como en otras áreas a medida que se avanza en la carrera científica, siendo baja su presencia en puestos de dirección y/o gestión. Considero que esto es debido no sólo a problemas de conciliación familiar, sino también a otros factores, como la falta de confianza de muchas mujeres en sus propias capacidades, causada a veces por el agotamiento de encontrar obstáculos, por razón de género, en su trayectoria científica y profesional.  De hecho, usualmente las mujeres deben esforzarse más que un hombre para llegar a ser reconocidas, puesto que todavía existe el sesgo en un sector de la sociedad de que el éxito en las mujeres es debido más al esfuerzo que a sus propias capacidades, mientras que en el hombre este éxito se atribuye a su competencia personal y a los méritos propios.