Ricardo Pérez, del IIM-CSIC, abordará en XVI ForoAcui la oportunidad de los descartes a través de su valorización

Viernes, 31 Mayo, 2013

"Hasta el momento, y mientras no entre en vigor la nueva Política Pesquera Común y se determine de forma concreta la obligatoriedad de desembarques, los organismos marinos capturados durante la actividad pesquera pueden ser descartados -esto es, devueltos al mar-, en la mayoría de los casos, y fundamentalmente, por razones vinculadas a consideraciones comerciales (especies sin salida en el mercado o que, aún con un mercado consolidado, no son rentables en un momento determinado) o a medidas legales (no rebasamiento de la cuota y tamaño mínimo legal)", señala Ricardo Pérez, investigador del CSIC, y con más de 10 años trabajando sobre la utilización y valorización de los descartes de la pesca.

En este sentido, y ya que la nueva normativa, aprobada por el Parlamento Europeo, el Consejo de Ministros y la Comisión Europea y pendiente del visto bueno del COREPER, prevé acabar progresivamente con los descartes, la posible utilización o usos de los mismos, que ya no se podrán devolver al mar, es una cuestión que está de actualidad y, por tanto, muy conveniente para su debate y análisis. Y en este sentido, será Ricardo Pérez quien dará a conocer tanto algunos de los principales proyectos en los que ha estado inmerso el IIM-CSIC (Be-fair, Biotecmar, Iberomare, Faros, Patexo, Carnavalito; y otros) como algunos de los principales resultados obtenidos con vistas a valorizar tanto subproductos como descartes.

Todas las capturas de la flota de la UE tendrán que ser obligatoriamente desembarcadas, recuerda el investigador del IIM-SIC, "con lo que no sólo ocuparán un lugar en la bodega que podría ser ocupado por otras especies -o bien comerciales o individuos de mayor valor- sino que, a mayores, su gestión podría suponer un detrimento de la rentabilidad de la propia actividad si no se le saca partido".

Hay alternativas, añade, "y de hecho, son muchos los estudios y las investigaciones que se han puesto en marcha, y en concreto por el IMM-CSIC, con otros socios nacionales e internacionales, a través de las que hemos pretendido poner a punto las técnicas y desarrollos para obtener de los descartes tanto productos destinados a la alimentación, como a otros usos; entre los que se incluyen harinas o aceites de pescado o compuestos que podrían ir destinados a la industria farmacéutica, biomédica, cosmética, etc.

En este sentido, entre las utilizaciones de las que hablará el investigador, se hallan la obtención de gelatina y colágeno a partir de pieles; de condroitín sulfato, a partir de cartílagos; ácido hialurónico a partir de los ojos; preparaciones enzimáticas a partir de vísceras; aceites y harinas de pescado etc. Es más, añade, "hemos ido, incluso, más allá buscando productos y compuestos más sofisticados, con más valor añadido. Por ejemplo, en vez de obtener colágeno bruto, ir hacia un compuesto más refinado, y por tanto con mayor valor añadido, para su uso directo en cosmética, farmacia, biomedicina con aplicaciones, incluso, para regeneración de huesos".

Buscar alternativas u opciones a especies que no contaban con un mercado existente, y hacerlo como individuo entero o parte del mismo, tipo "pasta de pescado" también ha sido objeto de alguno de los proyectos que mencionará Ricardo Pérez. "De especies descartadas como el carnavalito, el marujito o la munida se han obtenido unos estupendos resultados para su valorización", señala; a lo que añade que los buenos resultados alcanzados con estas especies se han extendido a otros usos, como harinas y aceites de pescado.

Especial mención hará el investigador del IIM-CSIC al caso de los crustáceos, una parte muy importante de los descartes de la flota nacional. En este caso, las últimas investigaciones se han dirigido a la hidrólisis enzimática, y ello con el fin de obtener hidrolizados de proteína, péptidos activos, que son fácilmente asimilables por el organismo y que cuentan con determinadas propiedades no sólo nutricionales sino adicionales, convirtiéndolos en productos nutracéuticos que se incorporan a un alimento haciéndolo funcional (capacidad antioxidante, reducción del colesterol, etc.).

En cuanto a la utilización de estos hidrolizados, destaca el investigador el uso que se hace de los mismos para la elaboración de dietas para peces, especialmente, para estadíos iniciales, "y que mejora de forma muy importante el sistema inmune, la resistencia a enfermedades, y por tanto los efectos positivos sobre su supervivencia".

Muchos de todas estas aplicaciones, que ya se están utilizando en la industria a nivel mundial, tienen un gran potencial en nuestro caso, señala Ricardo Pérez, "estamos importando muchos de estos productos que tienen como origen subproductos y descartes procedentes de la pesca extractiva, y a diferencia de la gran mayoría de esos países, no sólo somos una potencia pesquera, y con una alta dependencia de dicha actividad, sino que contamos con una impresionante cantidad de materia prima". Y, en este sentido, el investigador, anima a tratar de crear nuevas actividades relacionadas con la valorización de descartes, "porque además de reducir el coste de tener que traer y gestionar los descartes, es importante destacar lo que supone desde el punto de vista económico y social la creación de nuevas e innovadoras empresas así como la generación de empleo", concluye.