«Va a ser dada la conformidad preliminar al estudio de impacto ambiental, aunque se solicitarán algunas aclaraciones relacionadas con pequeñas dudas sobre el proyecto y su influencia en la zona costera» aseguraron las fuentes. Pero ninguna de las cuestiones que la multinacional gallega tendrá que responder impedirán que se dé luz verde al proyecto de la planta en la localidad portuguesa de Mira, situada entre Oporto y Lisboa, en el distrito de Coimbra, subrayaron.
Las dudas planteadas son «normales», según el IA, teniendo en cuenta que en Portugal resulta novedoso un proyecto de este tipo, que supondrá la construcción de una piscifactoría con una producción anual de 7.000 toneladas de rodaballo, lo que la convertirá en el primer centro de su tipo en el mundo.