La estrategia acuícola del Gobierno gallego ha dado un paso más este jueves después de que el Consello de la Xunta haya aprobado el plan estratégico, paso previo para la nueva ley que regirá la acuicultura en los próximos 20 años. A lo largo de este 2012, avanzó el presidente Núñez Feijóo, ya podría ponerse en marcha alguna de las nuevas plantas.
El documento, que "da garantías ambientales, económicas y sociales" y que es el primero de estas características en toda la franja comunitaria, reafirma esa apuesta por la acuicultura industrial de la Xunta que deja "las puertas abiertas" a los proyectos de las grandes empresas, como Pescanova. El objetivo es la creación "de empleo y de riqueza", pero Feijóo puso especial énfasis en el "respeto al medio ambiente" y en la "integración paisajística".
Para ello, explicó que la Xunta "tutelará" los proyectos en todo su recorrido burocrático e incluso antes, de modo que se adecúen a la legislación vigente. Volúmenes, tamaños, colores o materiales serán objeto de su atención en aras de proteger "la belleza del litoral gallego".
La polémica planta prevista por multinacional gallega en cabo Touriñán vuelve a estar así sobre la mesa pues, a pesar de que estaría situada en Red Natura, la UE dio en su día luz verde a esta factoría. Argumento al que se ha aferrado el PP cada vez que ecologistas, socialistas o nacionalistas cuestionaban su ubicación. Ese acomodo a la normativa europea, al Plan de Ordenación del Litoral y a las Directrices de Ordenación del Territorio serán claves para la tramitación de proyectos.
De hecho, el Gobierno gallego está alfombrando el camino a las empresas acuícolas para que encajen sus instalaciones en la costa gallega. Lo hizo con la Declaración de Utilidad Pública de la Acuicultura, con el Plan Director de Red Natura 2000 -admite la construcción de planta en zonas de máxima protección-, o con el Plan director de acuicultura -aboga por la concentración de plantas a modo de polígonos costeros-.
A todos estos gestos normativos se suman las declaraciones explícitas de la conselleira do Mar, Rosa Quintana, hace ahora un año (dijo entonces que Pescanova tenía intenciones de recuperar Touriñán), y hoy mismo Feijóo reiteraba ese respaldo institucional a la empresa liderada por Fernández de Sousa. "Pensamos que esa empresa tiene que seguir invirtiendo en Galicia", sentenció. "No vamos a desechar ningún proyecto ni a deslocalizar, aprendimos de los errores de la pasada legislatura", agregó en clara alusión a la fuga a Mira (Portugal) de la planta de rodaballo prevista en Touriñan y desechada por el bipartito.