La producción de truchas en Segovia supera las 700 toneladas anuales con una lenta recuperación

Miércoles, 24 Noviembre, 2010

La producción de pescado en Segovia alcanza las 700 toneladas anuales, una cifra que registra una lenta recuperación, pero que está llamada a multiplicarse dado el desarrollo que está experimentando el sector de la acuicultura.

El centro de producción provincial se ubica en Fuentidueña, donde la empresa Industrias Piscícolas Españolas Agrupadas (Ipeasa) cuenta con una explotación de la que cada día salen dos toneladas de trucha arcoiris. En sus instalaciones no sólo se crían miles de peces, sino que además se procesan, limpian, cortan y embandejan antes de salir hacia los mercados para su venta directa al consumidor. Gracias al aporte del manantial de El Salidero, la piscifactoría dispone de una alta calidad de aguas, con temperatura constante de 17 grados centígrados, idónea para el desarrollo de los alevines y su transformación en truchas adultas.

Desde que se implantó la empresa en Segovia en el año 1988 a consecuencia de la expansión de la originaria Alevines del Moncayo, se ha ido dotando de una mayor tecnificación y un aumento de su productividad.

Los detalles de la instalación fueron presentados ayer por el director general de Ipeasa, Carlos San Miguel Bel, con motivo de la celebración de las II Jornadas de Acuicultura Sostenible para Medios de Comunicación que organizó la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA) en Segovia y Guadalajara. La jornada permitió visitar la piscifactoría de Fuentidueña y la empesa Dibaq, en Fuentepelayo, dedicada a la fabricación de piensos para peces.

Opiniones

De acuerdo con los responsables de ambas industrias, la acuicultura es un sector que todavía se encuentra en fase de desarrollo. Carlos San Miguel puso como ejemplo el caso de Japón, donde la industria está mucho más avanzada que en España. "Si la gente no come aquí pescado porque tiene espinas, deberemos quitárselas", afirmó para hacer hincapié en la adaptación que la industria debe hacer al mercado.

Por su parte, el responsable de I+D+i de Dibaq, Carlos Tejedor, expuso el trabajo que realiza su departamento y señaló que están llegando a nuevos mercados internacionales, y de la diferenciación con otras empresas del sector a base de parámetros de calidad.

La jornada divulgativa de ayer se centró en la actividad piscícola en agua dulce, y sobre todo de trucha. En este caso la producción empieza a recuperarse después del descenso registrado en los últimos años en la mayor parte de las comunidades autónomas.

Castilla y León, la segunda mayor productora de trucha arco iris después de Galicia, pasó de producir 6.324 toneladas en 2007 a unas 5.600 en 2009. Los resultados son similares en el caso de Castilla-la Mancha, dónde hace cuatro años la producción de trucha alcanzó las 2.705 toneladas hasta reducirse en 2009 a 907, según los datos de la Junta Asesora de Cultivos Marinos (Jacumar).

El director de la Fundación OESA, Javier Remiro, señaló que las empresas que han logrado llegar hasta nuestros días "se encuentran posicionadas estratégicamente de cara incremento de la demanda que empieza a apreciarse motivado principalmente por la recuperación de las exportaciones, lo que provoca una disminución del producto disponible y en consecuencia una mejora en los precios de venta".

Ante esta situación favorable Remiro emplazó a Administración, empresas y científicos a unir esfuerzos y sinergias para el desarrollo del sector con el objetivo de conseguir una mejora de su competitividad y la puesta en valor de su actividad y productos.