La acuicultura es buena si está bien gestionada y es sostenible

Viernes, 5 Octubre, 2012

Entrevista a Pablo Sánchez-Jerez, Profesor de la Universidad de Alicante y experto en acuicultura

Destrucción de zonas de alto valor natural, problemas sociales graves, animales enfermos... Son algunas de las consecuencias de una mala acuicultura. En España este sector aprendió de los errores y en la actualidad es de una calidad "excelente", según el profesor de la Universidad de Alicante Pablo Sánchez-Jerez. No así en otros países. Sánchez-Jerez cita diversos casos, como el panga asiático, consumido en España con todos los controles sanitarios, "otra cosa es que sea saludable o respetuoso con el medio ambiente." Este experto en acuicultura recomienda desarrollar planes de ordenación y de seguimiento ambiental por parte de las administraciones, y más información para que los consumidores elijan lo mejor para su salud y el medio ambiente.

¿Qué problemas se le atribuyen a la acuicultura?

El uso de de piensos compuestos que compiten en ocasiones con el suministro para la alimentación humana y su alta huella ecológica, la destrucción de hábitats de alto valor natural, los vertidos de materia orgánica y nutrientes en el entorno, el abuso de antibióticos, la introducción de especies exóticas o la transmisión de enfermedades y parásitos. Todos se pueden modular con una correcta gestión ambiental.

¿Hay estudios que localicen estos impactos?

Si, hay muchos ejemplos a lo largo de todo el mundo. El salmón dio problemas en Chile, en China no hay datos pero estará pasando de todo, se han destruido manglares tropicales por cultivar langostinos, con asesinatos y problemas sociales graves, etc.

¿Estos problemas se dan en España?

En la actualidad no, pero al comienzo, en los años 80, se cometieron muchos errores, como cultivar en zonas de posidonia, poniendo instalaciones sin una correcta planificación.

¿Se han sancionado las malas prácticas?

Que yo conozca no. Se obligó a mover emplazamientos con impacto muy elevado a otros lugares con mejor renovación del agua.

¿Se ha aprendido de los errores?

Los empresarios han asumido diversos códigos de conducta, y en general controlan la calidad ambiental de las instalaciones. Pero hay mucho que desarrollar, sobre todo planes de ordenación y de seguimiento ambiental por parte de las administraciones, y no por empresas de los productores, e inversión en sistemas de producción de bajo impacto ambiental. Además, depende mucho de cada comunidad autónoma. Andalucía tiene un plan de gestión desde hace años, la Comunidad Valenciana no, Canarias lo está haciendo ahora después del lío por los escapes y enfrentamientos con pescadores y el sector turístico, Galicia está haciendo ahora el plan marino...

¿Se cuida el bienestar de los animales?

Es una de las prioridades en Europa, no así en otros países.

¿Los productos de esos países se pueden consumir con garantías?

Los productos congelados y fileteados asiáticos cumplen los controles sanitarios. Otra cosa es que sean saludables y sostenibles. Al panga se le da un baño químico para blanquear el filete, un conservante para transportarlo, productos para la congelación, luego se descongela... Comer panga no es saludable, no es comer pescado. La acuicultura es buena si está bien gestionada y es sostenible.

En cambio, ¿consumir productos acuícolas españoles es saludable y sostenible?

Son de una calidad excelente. En todo caso, la mejor opción para el consumidor concienciado con el medio ambiente es una dieta mediterránea básicamente vegetariana. Pero si decide consumir proteínas de origen animal puede encontrar en determinados productos de acuicultura un impacto ambiental relativamente menor que, por ejemplo, la ternera. Para minimizar más el impacto debe priorizar los productos locales y con certificación ecológica.

¿Qué sucede si no se cuida el medio ambiente y las condiciones sanitarias de los emplazamientos acuícolas?

El cultivo es más sensible a enfermedades, crece menos e incluso se incrementa la mortalidad, la calidad del agua y los hábitats circundantes se degradan, se producen impactos negativos sobre los peces salvajes, conflictos con otros usuarios del espacio litoral...

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Exigir un etiquetado informativo y sellos de calidad y de denominación de origen para poder seleccionar el mejor producto y minimizar la huella del carbono. La energía total consumida y el dióxido de carbono (CO2) emitido se incrementan mucho si el producto viene del extranjero. También debe exigir participar en los planes de desarrollo de la acuicultura, para asegurar la sostenibilidad ambiental y minimizar los conflictos sociales.

¿A qué desafíos se enfrenta la acuicultura?

Las especies carnívoras generan diversos problemas por su alimentación, por lo que habrá que potenciar el cultivo de organismos herbívoros. Otro aspecto importante es mejorar los rendimientos del cultivo y reducir la cantidad de alimento necesaria. Para ello hace falta más inversión en investigación.

El sector estudia nuevas especies para aumentar su producción. ¿Supondrán nuevos problemas?

Falta una regulación estatal, estudiar las estrategias de desarrollo, la viabilidad económica a largo plazo y el riesgo sanitario y ambiental. Se pueden producir impactos no considerados en un principio sin un correcto análisis de los riesgos.