Investigadores de la UCA desarrollan un compostador de subproductos animales procedentes de la acuicultura

Viernes, 4 Febrero, 2011

La puesta en marcha del prototipo, patentado por la UCA y construido en colaboración con ctaquA, abre una nueva vía para que los acuicultores andaluces puedan gestionar in situ sus propios subproductos

Dos investigadores de la Universidad de Cádiz, José Luis García Morales y Miguel Suffo Pino, han realizado el diseño de un compostador de Subproductos Animales No Destinados al Consumo Humano (Sandach) procedentes de la acuicultura. El compostador ha sido patentado por la UCA en virtud de un proyecto de investigación, promovido por ctaquA (Fundación Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía), cuya financiación ha permitido la construcción de un primer prototipo bajo el nombre de ACUICOMP®.

Asimismo, la licencia de comercialización de los equipos será gestionado de manera compartida entre la UCA y ctaquA. El compostador permite que los acuicultores andaluces puedan gestionar in situ estos subproductos, optimizando la sostenibilidad del sector e incrementando su compromiso ambiental.

El principal objetivo del tratamiento son los peces que mueren por diversas causas en las instalaciones antes de su puesta en el mercado, aunque puede aplicarse a otros residuos del sector. De esta forma, pretende convertir un subproducto sometido en la actualidad a un marco normativo que complica su gestión, en una posible fuente de ingresos para el acuicultor, alcanzando mejores rendimientos en la producción.

Esta invención se enmarca dentro de un proyecto de Aplicación del Conocimiento concedido a ctaquA por la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, titulado Valorización de los Subproductos Animales No Destinados Al Consumo Humano procedente de las instalaciones acuícolas andaluzas. "Para el desarrollo del proyecto en un primer momento, íbamos a utilizar un compostador comercial", como explica el profesor José Luis García Morales. Sin embargo, "los problemas técnicos y de diseño del compostador seleccionado, condicionaron el trabajo a realizar y nos hizo plantearnos la posibilidad de diseñar un equipo que se adaptara a las singularidades del proceso a realizar basado en nuestros conocimientos de los requerimientos del compostaje de distintos residuos", matiza el investigador de la UCA.

De esta manera, iniciaron los trabajos para el diseño inicial y la construcción posterior de un compostador atendiendo a las particularidades del proceso a realizar y del residuo a tratar. De hecho, un aspecto importante a tener en cuenta fue la adaptación a las características de los emplazamientos donde se fueran a instalar. "En la mayoría de las ocasiones, la máquina va a ser ubicada en lugares aislados donde puede que no haya alimentación eléctrica o agua de red, por lo que ésta debe estar adaptada a estas situaciones, bien por una alimentación a través de energías renovables o bien de otro tipo" en palabras del profesor Miguel Suffo Pino.

Otro de los factores que se han tenido en cuenta a la hora del diseño ha sido su fácil manejo, ya que "la máquina está pensada para que desarrolle el proceso de forma automatizada con una mínima dedicación por parte de los operarios". Asimismo, los investigadores han creído necesario que esta herramienta sea móvil, fácil de cargar y descargar, ligera, con una buena evacuación de los gases generados y con un sistema para la adecuada agitación de la masa a compostar, sin olvidar un bajo coste de fabricación.

"Hemos trabajado casi todo el verano en el desarrollo del diseño de la máquina y para evaluar su patentabilidad y la originalidad de la idea, estuvimos analizando los compostadores que existían", tanto en el mercado nacional como internacional, "poniendo de manifiesto que nuestra invención presentaba algunas singularidades; tal como la especificidad para el tipo de residuos o la forma de agitación, que posee un diseño particular", sostiene García Morales.

Este novedoso prototipo de compostador se encuentra funcionando en una instalación piloto de ctaquA, situada en un estero de la empresa Cultivos Marinos Integrales S.A., ubicada en el municipio de San Fernando.

Próximo paso: comercializar el prototipo

Una vez realizados los primeros ensayos, se ha comprobado que el compost generado es un producto de calidad, por lo que "nuestro próximo objetivo es evaluar la posibilidad de comercializar el prototipo". En estos momentos, se podría llegar a plantear la posibilidad de la existencia de instalaciones para el compostaje in situ de SANDACH en este sector. "Plantas donde se cubran las diferentes etapas del ciclo de vida del proceso, es decir, la etapa de acopio de materiales, la etapa de compostaje y, finalmente, la etapa de maduración posterior", subraya el profesor Suffo Pino.

Este proceso, escalable en función de las necesidades del acuicultor, es el primer compostador específico para estos SANDACH y ha conseguido que el residuo se transforme en un compost de buena calidad en tan sólo dos semanas, más su periodo de maduración posterior. Este compost se está probando en distintos cultivos. Mientras se finaliza dicha evaluación agronómica, los investigadores continúan con las pruebas de optimización final del prototipo en las actuales condiciones de instalación. Sin olvidar la búsqueda de otros posibles escenarios para testar su funcionamiento, como por ejemplo mediante el uso de energías renovables y otra tipología de residuos o aditivos.

Por último, se debe señalar que el compost generado es un producto obtenido tras un proceso de descomposición biológica de distintos materiales orgánicos, en este caso subproductos acuícolas, denominado compostaje, y que éste se puede utilizar como fertilizante o sustrato de crecimiento para las plantas. De hecho, el proyecto promovido por ctaquA, en colaboración con los investigadores de la UCA, está finalizando varios ensayos agronómicos para evaluar su uso agrícola, uno de ellos como fertilizante en cultivos de fresa en Huelva.