Una granja de mejillones en Mull ha cambiado con éxito su operación a un sistema de cultivo innovador, pionero en Nueva Zelanda, que mejora enormemente la eficiencia de la cosecha.
Tras una serie de pruebas exitosas, Inverlussa Shellfish Ltd ha actualizado completamente su granja en el lago Spelve al sistema de cuerda continua.
En la actualidad, la mayoría de los cultivos de mejillón en Escocia se lleva a cabo en el sistema de cuerdas verticales, suspendidas en el agua por fuertes cuerdas horizontales y boyas de flotación.
El nuevo sistema consiste en ciclos continuos de cuerda especial que cuelga de cuerdas horizontales pesadas. Esto significa que durante la cosecha, en vez de tirar la cuerda con muchos individuos, lo cual es agotador y requiere mucho tiempo, los lazos continuos puede ser mecánicamente recolectados.
La cuerda es también "peludo" o filamentosos que hace que la recogida de larvas de mejillón o de semilla para el engorde sea mucho más eficiente.
En Nueva Zelanda este sistema ha demostrado ser un rápido y efectivo método de cosecha, asegurando un producto compatible con una pérdida mínima de mejillones. Inverlussa Shellfish, que es un miembro de la Scottish Shellfish Marketing Group, es ahora capaz de cosechar sus mejillones con mucha más eficacia, incrementando la tasa de uno o dos toneladas por hora a más de tres toneladas por hora.
Ben Wilson de Inverlussa dice: "Este nuevo sistema está funcionando muy bien para nosotros y para nuestros empleados, ya que les quita gran parte del trabajo físico duro de la cosecha. También mejora enormemente la eficiencia de nuestras operaciones de cosecha y despacho."