Galicia ya vende más mejillón en fresco que para la transformación

Lunes, 6 Septiembre, 2010

El sector bateeiro ha salido de la uvi en la que se encontraba. Eso es lo que se desprende de los testimonios facilitados desde diversas agrupaciones gallegas. La comercialización de mejillón gallego ha repuntado a lo grande. En este sentido, las ventas de producto en fresco -mercados de consumo inmediato y exportaciones- superan, por segundo año consecutivo, a las destinadas a la industria de transformación. En la actualidad, más del 60% de la facturación del sector extractivo procede del fresco, cuando hace apenas un lustro representaba el 40%.

La puesta en marcha y posterior desmantelamiento de la Plataforma para la Distribución do Mexillón de Galicia (Pladimega) supuso un antes y un después en la manera de trabajar de la mayoría de los propietarios de las 3.343 bateas registradas en las rías gallegas. Antes de la creación de la plataforma de comercialización única, en septiembre del año 2008, la transformación -compuesta por cerca de 80 empresas entre cocederos, conserveras y firmas de alimentos congelados- absorbía la mayor parte de la producción. Pero el boicot de la industria, provocado por el conflicto en los precios aplicados a la materia prima, obligó al sector extractivo a reorientar la actividad hacia el fresco.

Distribución

Y es que una parte de las agrupaciones mejilloneras gallegas alcanzaron acuerdos importantes con los principales grupos de distribución alimentaria para el suministro de bivalvo; además, las exportaciones han experimentado una notable mejoría debido, en gran medida, a la excelente relación calidad-precio del producto y a la escasa oferta de mejillón, como consecuencia de los temporales de invierno. Italia, Francia y Bélgica se consolidan, un año más, como los principales escaparates del mejillón made in Galicia.

Este repunte de la demanda se traduce en mejores precios. El mejillón de menor tamaño (40 piezas el kilo) ronda los 0,30-0,40 euros el kilo. El especial (hasta 24 piezas) se mueve en los 0,90 euros, un 50% más caro que en el 2008.