Galicia está preparada para cultivar erizo y repoblar con él zonas sobreexplotadas

Miércoles, 16 Junio, 2010

Galicia está preparada para cultivar erizo. Lo está desde que ha finiquitado el proyecto desarrollado en el marco del Plan Nacional de Cultivos Marinos de Jacumar (Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos) desarrolló con Asturias y Canarias. Y el equipo participante ya está en disposición de crear larvas en el laboratorio, trasladarlas después a una instalación para su engorde e implantarlas en el sustrato marino cuando alcancen entre 12 y 18 centímetros. Eso permitiría «recuperar áreas sobreexplotadas ou esquilmadas», explicó ayer el director xeral de Ordenación, Pablo Fernández Asensio.

El responsable de la gestión de los recursos marinos de la Consellería do Mar fue el encargado de trasladar el lunes a los productores y a la industria de transformación los resultados del proyecto que está preparado para dar el salto al nivel comercial, aunque todavía queda una segunda parte del estudio, que esta vez liderará Asturias, y que tiene por objetivo «optimizar o cultivo e o manexo do ourizo de mar».

En el que dirigió Galicia, por medio de José Luis Catoira, se determinó cuál es la mejor temporada para la especie -fuera de los meses de abril a octubre-, que una hembra puede aportar siete millones de huevos en una puesta, que tardan entre 5 y 6 años en alcanzar la talla comercial y que es la alimentación lo que hace que en Galicia los erizos tengan «máis de violeta que de verde» que los de otras zonas.

Diferentes métodos

Los participantes en el proyecto realizaron una serie de visitas técnicas a Noruega, Irlanda y Chile en busca de la mejor fórmula para engordar el erizo antes de que alcance los 15 centímetros que permitirían su supervivencia en el medio natural. En el país nórdico lo hacen empleando el long-line (o sea, en cuerdas), en Cork se inclinan por la hatchery, y en el país andino emplean tanques.

En el marco del proyecto nacional que acaba de finalizar, los participantes también comprobaron que, a partir de un cierto tamaño del erizo, es posible alimentar las crías con pienso, algas y pescados vivos «sen que resulte alterado o color da gónada», explicó Fernández Asensio.