"Este proyecto es un vivero de empleo"

Miércoles, 1 Febrero, 2012

"La acuicultura se ha convertido en la ganadería del mar". Así de simple y así de claro lo ha dejado Lázaro Rosa, gerente de la empresa Cupimar (Cultivos Piscícolas Marinos), una sociedad que ha apostado en firme por la producción industrial de alevines de doradas, lubinas y ahora de lenguados, para lo que ha puesto en marcha un proyecto de adaptación de sus instalaciones que supondrá una inversión de 16 millones de euros.

Los trabajos de adecuación se dividen en dos fases: la primera, que comenzó en noviembre del año pasado y se espera que concluya en marzo de 2012, recoge la remodelación del criadero para adaptarlo al uso exclusivo del lenguado, lo que implicará un desembolso de 2 millones de euros. "Estos trabajos se centran en el hatchery, el lugar donde se crea la vida", explica Rosa, quien también arroja unas cifras sorprendentes: "Inicialmente produciremos millón y medio de alevines, pero en dos años, cuando el equipamiento adquiera su rodaje, alcanzaremos los 5 ó 6 millones".

La segunda fase, que se ejecutará en el Palmar (Puerto Real), permitirá que esta compañía piscícola cuente con el equipamiento necesario para engordar a 450 toneladas de lenguados al año. La inversión, más cuantiosa, se traduce en 14 millones de euros.

Cupimar se perfila pues como un referente no sólo en La Isla, sino en toda la Bahía de Cádiz. Desde 1983, la entidad ha hecho todo lo que estaba en su mano para poner en valor la salinas gaditanas, "lo que nos ha llevado a ser pioneros en la producción de alivenes de varias especies". Estos datos son esclarecedores: "El primer año de actividad, Cupimar produjo 6 toneladas de dorada. Hace tres años alcanzó 6 toneladas diarias".

Potenciar la acuicultura en el litoral gaditano con una tecnología de vanguardia ha derivado en otros resultados más que positivos para nuestro entorno más cercano. "Hemos sido generadores de puestos de trabajo y, por tanto, de bienestar", argumenta el director de la entidad. Por eso, y siguiendo esta misma línea de actuación, "Cupimar ha puesto en marcha esta iniciativa, precisamente en estos momentos de derrumbe económico, para que sirva de acicate en la ciudad e impulse las grandes posibilidades que tiene la Bahía". Lázaro está convencido de que "este nuevo proyecto funcionará como un vivero de esperanzas, de riqueza y de empleo".

No obstante, el propio gerente ha señalado que Cupimar no acometía ninguna inversión "desde hacía diez años", una cuestión que justifica por la falta de apoyo institucional. "La Bahía de Cádiz llegó a producir el mejor lenguado del mundo, ahora bien, la aplicación de políticas equivocadas propició que otro países, como Grecia o Turquía, nos adelantasen a nivel de producción", comenta Rosa refiriéndose a la Ley de Costas, que califica de "norma absurda". "Para hacer acuicultura hay que afrontar unos costes muy importantes, por lo tanto, los inversores interesados en la zona solicitaban terrenos en propiedad, no de dominio público tal y como contempla esta ley". Esta situación provocó la espantada de muchas empresas ante esta supuesta inseguridad jurídica. "Ahora bien, la modificación de la Ley de Costas emprendida recientemente por el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha sido acogida con especial esperanza por parte de los profesionales del sector".

Con caladeros agotados que no soportan la actividad pesquera tradicional, Rosa sabe que el futuro para subsistir está en sus manos: "La pesca depreda, la acuicultura crea"."La acuicultura se ha convertido en la ganadería del mar". Así de simple y así de claro lo ha dejado Lázaro Rosa, gerente de la empresa Cupimar (Cultivos Piscícolas Marinos), una sociedad que ha apostado en firme por la producción industrial de alevines de doradas, lubinas y ahora de lenguados, para lo que ha puesto en marcha un proyecto de adaptación de sus instalaciones que supondrá una inversión de 16 millones de euros.

Los trabajos de adecuación se dividen en dos fases: la primera, que comenzó en noviembre del año pasado y se espera que concluya en marzo de 2012, recoge la remodelación del criadero para adaptarlo al uso exclusivo del lenguado, lo que implicará un desembolso de 2 millones de euros. "Estos trabajos se centran en el hatchery, el lugar donde se crea la vida", explica Rosa, quien también arroja unas cifras sorprendentes: "Inicialmente produciremos millón y medio de alevines, pero en dos años, cuando el equipamiento adquiera su rodaje, alcanzaremos los 5 ó 6 millones".

La segunda fase, que se ejecutará en el Palmar (Puerto Real), permitirá que esta compañía piscícola cuente con el equipamiento necesario para engordar a 450 toneladas de lenguados al año. La inversión, más cuantiosa, se traduce en 14 millones de euros.

Cupimar se perfila pues como un referente no sólo en La Isla, sino en toda la Bahía de Cádiz. Desde 1983, la entidad ha hecho todo lo que estaba en su mano para poner en valor la salinas gaditanas, "lo que nos ha llevado a ser pioneros en la producción de alivenes de varias especies". Estos datos son esclarecedores: "El primer año de actividad, Cupimar produjo 6 toneladas de dorada. Hace tres años alcanzó 6 toneladas diarias".

Potenciar la acuicultura en el litoral gaditano con una tecnología de vanguardia ha derivado en otros resultados más que positivos para nuestro entorno más cercano. "Hemos sido generadores de puestos de trabajo y, por tanto, de bienestar", argumenta el director de la entidad. Por eso, y siguiendo esta misma línea de actuación, "Cupimar ha puesto en marcha esta iniciativa, precisamente en estos momentos de derrumbe económico, para que sirva de acicate en la ciudad e impulse las grandes posibilidades que tiene la Bahía". Lázaro está convencido de que "este nuevo proyecto funcionará como un vivero de esperanzas, de riqueza y de empleo".

No obstante, el propio gerente ha señalado que Cupimar no acometía ninguna inversión "desde hacía diez años", una cuestión que justifica por la falta de apoyo institucional. "La Bahía de Cádiz llegó a producir el mejor lenguado del mundo, ahora bien, la aplicación de políticas equivocadas propició que otro países, como Grecia o Turquía, nos adelantasen a nivel de producción", comenta Rosa refiriéndose a la Ley de Costas, que califica de "norma absurda". "Para hacer acuicultura hay que afrontar unos costes muy importantes, por lo tanto, los inversores interesados en la zona solicitaban terrenos en propiedad, no de dominio público tal y como contempla esta ley". Esta situación provocó la espantada de muchas empresas ante esta supuesta inseguridad jurídica. "Ahora bien, la modificación de la Ley de Costas emprendida recientemente por el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha sido acogida con especial esperanza por parte de los profesionales del sector".

Con caladeros agotados que no soportan la actividad pesquera tradicional, Rosa sabe que el futuro para subsistir está en sus manos: "La pesca depreda, la acuicultura crea".