El sector acuícola afirma que el nuevo canon gallego del agua llega ´en el peor momento´

Jueves, 8 Septiembre, 2011

La decisión de Augas de Galicia de establecer un nuevo impuesto por el uso del agua -que se empezaría a cobrar en 2012 para lograr recursos y destinarlos al saneamiento- provoca el descontento de la mayoría de las industrias acuícolas instaladas en la comunidad gallega. Los productores entienden que el organismo dependiente de la Xunta ha elegido "el peor momento" para fijar el nuevo canon, justo cuando muchos de ellos sufren por la caída de la demanda y la pérdida de rentabilidad. El sector considera que algunas empresas pueden tener problemas el año que viene si continúan las dificultades económicas y entra en vigor el controvertido tributo por el uso y vertido del agua.

El coste del nuevo canon, según fuentes del sector, implicará un incremento en los gastos por este concepto de entre el 20 y el 25%, lo que, afirman los productores, complica todavía más la continuidad de aquellas pequeñas empresas que actualmente pasan por dificultades.

Algunas compañías acuícolas instaladas en Galicia están dispuestas a pagar el nuevo impuesto -frente a otras que lo rechazan frontalmente- pero la unanimidad es total al calificar de "nefasto" el momento elegido para aplicarlo. "Es el peor momento para una subida impositiva. Se debería esperar a que la crisis remita y la producción acuícola se restablezca, a que vuelva a niveles de antes de las dificultades económicas", explicó ayer un representante de la industria acuícola de la comunidad gallega.

Sistema de pago

Las piscifactorías instaladas en Galicia -principalmente dedicadas a la producción de rodaballo- tienen un sistema de pago por el uso de agua y vertidos diferente al de empresas como las conserveras o cocederos. La industria acuícola paga una cantidad en función de las toneladas de producto obtenidas mientras que el resto lo hacen según el volumen de materia orgánica que devuelven al mar por litro de agua. "La acuicultura marina utiliza mucha agua pero en los vertidos que realiza al mar apenas van residuos. El agua es transparente como cuando la captamos, mientras que en cocederos y conserveras el agua sale mucho más sucia y sin su color natural", explican fuentes del sector acuícola gallego.

Precisamente, el sector transformador gallego denunció este martes que el nuevo tributo supone un encarecimiento de las tasas por el uso del agua de entre el 20 y el 40% y reclamó al Ejecutivo gallego "flexibilidad" para evitar pérdidas con el pago del nuevo canon.