Dieta dulce para la oreja de mar

Martes, 14 Febrero, 2012

De residuo a ingrediente de piensos para acuicultura. Expertos de la Universidad han comprobado que el evocol, un subproducto resultante de la elaboración de azúcares, puede formar parte de la dieta de cultivo de la oreja de mar, así como del rodaballo, el lenguado y la dorada. Los rendimientos de esta alimentación experimental fueron óptimos en todos los casos, a igual que su potencial rentabilidad económica.

La principal beneficiaria de esta investigación es Azúcares Ebro, que ahora, gracias a los investigadores vigueses, dispone del conocimiento para elaborar un nuevo producto de mayor interés comercial a partir de un material que durante años desechaba y que actualmente exporta por toneladas para alimentación de ganado. "Otra ventaja es que el coste de estos nuevos piensos se abarataría porque se producirían con materias primas locales cuyo coste es bajo o nulo", apunta Mariano Lastra, responsable del estudio.

En colaboración con la propia compañía y el centro tecnológico AINIA de Valencia, los expertos vigueses optimizaron el evocol -mediante procesos de secado y eliminación de sodio- antes de incluirlo en las nuevas dietas. A continuación, compararon éstas con los resultados de las convencionales y las naturales respecto a los valores de crecimiento y absorción de proteínas obtenidos.

"Se puede incluir hasta un 10% de evocol sin ningún efecto negativo y, en el caso de los peces, comprobamos al grabarlos en vídeo que su valor no era tanto nutricional, sino que les inducía una respuesta positiva más rápida frente al alimento", explica Lastra.

La elaboración de una nueva dieta resulta compleja, puesto que su valor alimentario debe ser el mismo que el de las recetas estándar que ya se utilizan a día de hoy en los cultivos. "Y debe quedar muy claro que las variaciones o mejoras son debidas al nuevo elemento que aportas", añade.

La cría con evocol de las orejas de mar o abalón europeo constituye la tesis realizada en la Estación de Toralla por el ingeniero acuícola chileno Jorge Andrés Hernández. Su trabajo ha sido codirigido por Mariano Lastra y María Teresa Viana, de la Universidad Autónoma de Baja California (México), adonde se desplazó unos meses para realizar analíticas. En el estudio también ha colaborado el profesor Pedro Toledo de la Universidad Católica del Norte, en Chile.

Los investigadores recogieron adultos en aguas de la Ría que tardaron hasta seis meses en adaptarse a los acuarios de Toralla antes de reproducirse. "Son muy sensibles al estrés y hay que mantener los tanques tapados para que estén tranquilos. Les gusta tener sus refugios y son más activos por la noche".

Durante el experimento se obtuvieron tasas de engorde satisfactorias a los 3 o 4 meses y también se tuvieron en cuenta los diferentes parámetros obtenidos en agua fría, cálida y templada.

Microalgas

Dentro del proyecto de aprovechamiento del subproducto azucarero, los investigadores de Vigo también colaboraron con un grupo de la Universidad de Valladolid para realizar ensayos con proteínas de spirulina -una microalga de elevado valor nutricional- cultivadas en un
medio enriquecido con evocol.

"Los resultados fueron excelentes. Lo interesante de esta tecnología de producción de proteínas es que supone una alternativa a la pesca extractiva, ya que las fuentes proteicas de los actuales piensos proceden de harinas de pescado", destaca Lastra.

Todos estos esfuerzos se han realizado dentro de un gran consorcio de universidades y empresas españolas, financiado por Industria dentro de la convocatoria Cenit y denominado Acuisost, para obtener nuevas materias primas a partir de subproductos.

El proyecto finalizó hace solo unos meses: "Se abrieron líneas de investigación muy interesantes y ahora solo queda la transferencia, pero esto depende de las voluntad de las empresas y los tiempos son complicados para que inviertan", concluye Lastra.