Culmar amplía la capacidad de su piscifactoría

Lunes, 3 Octubre, 2011

Cultivos Marinos de Guardamar (Culmar) cuenta con 295.000 metros cuadrados de instalaciones en la bahía alicantina, pero las jaulas para la cría en cautividad de dorada y lubina se le han quedado pequeñas. Por eso, a pesar de las muchas dificultades que atraviesa este sector emergente, la empresa del grupo Marjal proyecta invertir 1,2 millones de euros en renovar y ampliar su granja marina con el objetivo de aumentar un 14% la producción.

Actualmente Culmar tiene instaladas 36 jaulas a dos millas de la costa, la mitad de las cuales -de 18 metros de diámetro- sustituirá por grandes armazones de 25 metros que alcanzan una profundidad de hasta 30 metros. "Con esta ampliación endríamos ya todas nuestras jaulas de 25 metros, mucho más rentables, con una capacidad de hasta 90 toneladas cada una, que es más del doble de las anteriores", destaca Agustín Ríos, gerente de Culmar.

La compañía produjo 1.100 toneladas en 2010, con una facturación de cinco millones de euros, y prevé repetir las mismas cifras en 2011, aunque con la ampliación pretenden rebasar las 1.250 toneladas y superar los seis millones de euros, "siempre en función de los precios".
Y es que para las empresas de acuicultura marina el año 2010 fue "de supervivencia", y para este ejercicio apenas estima un ligero crecimiento "por la presión a la baja de los precios y la retracción del consumo", a lo que se suma la sequía del crédito. "Ya en 2009 tuvieron que cerrar muchas empresas en la Comunidad Valenciana, porque no se puede producir a cuatro euros y vender a tres", asegura Ríos.

Personal

Culmar cuenta con una plantilla de 26 trabajadores, que aumentará hasta 32. La mayoría, incluido su gerente, provienen de la pesca tradicional, un sector castigado en favor de la acuicultura debido sobre todo al encarecimiento del carburante. "En la última década las capturas en la provincia han descendido un 50%. Cuando dejé la cofradía de Torrevieja había 11 barcos de cerco y ahora sólo queda uno, y en el caso de Santa Pola, de 80 quedan 26", afirma.

El resultado es que hoy día de cada tres peces que salen de aguas alicantinas, uno procede ya de la cría en granjas marinas. Las capturas están ahora en 16.000 toneladas anuales, mientras la producción en piscifactoría supera las cinco mil toneladas.

Para Ríos, es evidente que "la acuicultura irá a más, aunque sería necesario controlar las concesiones, la producción y establecer unos precios mínimos" para mejorar la situación del sector, que se enfrenta además a la competencia desleal de países como Grecia o Turquía, con precios más bajos por el bajo coste de salarios y la utilización de piensos transgénicos. "Nuestros piensos están hechos a base de harinas de pescado y soja, que son más caros. Además ellos no pagan aranceles y apenas hay control".

Otro de los problemas a los que se enfrentan son las fugas de los peces de sus jaulas por roturas o temporales y los robos. El proyecto europeo Prevent Escape, liderado por la Universidad de Alicante, ha llegado a pagar incluso 15 euros a los pescadores que capturen estos ejemplares y que devuelvan la etiqueta que lleva cada pez. Con este plan se ha llegado a recuperar el 5%.

El grueso de la producción de Culmar, más del 80%, va a mayoristas que exportan sobre todo a Portugal y el resto a grandes superficies.