Científicos vigueses patentan un protocolo de preservación por congelación de embriones de erizos de mar

Miércoles, 14 Septiembre, 2016

La utilización de la criopreservación en el medio marino, y a diferencia de otros ámbitos como el terrestre -donde se ha convertido en una herramienta de destacada utilidad para distintas aplicaciones-,  es aún muy limitada, y como señala la Universidad de Vigo, “existen muy pocos protocolos que tengan éxito criopreservando células de peces y moluscos”. De hecho, añaden, “la escasez de metodologías efectivas de este procedimiento aplicables a tipos celulares clave, como pueden ser células germinales o embriones, limita el desarrollo de la investigación marina”.  Y de ahí que la comunidad científica esté trabajando en el desarrollo de estas metodologías para la preservación de un mayor número de organismos y/o tipos celulares.

En este sentido, recuerdan las mismas fuentes, la Universidad de Vigo comenzó a trabajar en este campo en 2009, concretamente en una investigación puntera en la criopreservación de embriones y larvas de organismos marinos, que arrancó como parte de la tesis  doctoral de Estefanía Paredes.  Ahora, este trabajo se ha convertido en una patente nacional que reconoce el único protocolo de criopreservación de estados tempranos de desarrollo de erizo de mar con demostrada viabilidad y aplicación en evaluación de la contaminación marina y la acuicultura. Dicha tecnología y sus aplicaciones, indican desde la Universidad de Vigo,  han sido fruto del trabajo llevado a cabo en el  laboratorio del catedrático Ricardo Beiras bajo la dirección de Juan Bellas, científico del Instituto Español de Oceanografía de Vigo. Precisamente a estos tres investigadores: Ricardo Beiras, Juan Bellas y Estefanía Paredes, son a los que se les ha concedido la patente.

UN PROTOCOLO ESPECÍFICO DISEÑADO PARA ERIZOS DE MAR 

El procedimiento de criopreservación de embriones de erizo de mar  (Paracentrotus lividus), explica la Universidad de Vigo, se basa en un protocolo específicamente diseñado para este uso que permite almacenar en nitrógeno líquido las  blástulas (embriones de erizo de mar) para que puedan ser empleadas fuera de la temporada de reproducción natural de esta especie. El procedimiento que ahora ha sido patentado -desarrollado durante la tesis doctoral de Estefanía Paredes  y donde buena parte de los datos fueron obtenidos de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (Ecimat)-  tiene como principal novedad, y así lo explica Estefanía Paredes, el hecho de que “desarrolla un protocolo de criopreservación de probado éxito para erizo de mar, un hito que no se había logrado con anterioridad”, a lo que añade que también se ha desarrollado su posible aplicación en ecotoxicología y acuicultura.

AVANCES EN LA CRIOPRESERVACIÓN: MUCHAS ESPERANZAS PUESTAS EN EL PROYECTO CRYOMAR

En un futuro próximo, y así lo avanza Antonio Villanueva, subdirector de la Ecimat (centro  que lidera un subproyecto en la propuesta Assemble+ presentada en marzo a la convocatoria europea H2020-INFRAIA en colaboración con otra 24 instituciones europeas),  Estefanía Paredes, actualmente finalizando su postdoctorado en el  Laboratorio de Criobiología Teórica y Aplicada de la Universidad de Tennessee en Knoxville,  “podría regresar  a Vigo de la mano del proyecto Cryomar”.

Y es que como explica el subdirector de la Ecimat la propuesta  presentada a la convocatoria europea H2020-INFRAIA “está enfocada al desarrollo de técnicas de criopreservación para diferentes grupos de organismos marinos” que, en el caso de obtener financiación europea, añade, “supondría un impulso muy importante para el desarrollo del servicio de  criopreservación de la  Ecimat”. De hecho, como destaca Antonio Villanueva, “esta es una de las principales apuestas estratégicas de la estación de ciencias marinas viguesa, dado que se trata de una herramienta con una aplicación muy transversal con un enorme potencial para facilitar radicalmente el estudio de los sistemas biológicos marinos”. “La disponibilidad de recursos biológicos marinos es una de las principales limitaciones para la I+D marina debido al coste de recolección y/o mantenimiento de organismos en cautividad, a la estacionalidad y a la escasez de especímenes en el medio natural”, recuerda el subdirector de la Ecimat; que vuelve a insistir en el que la  criopreservación “es la principal alternativa para el almacenamiento ex situ de los recursos biológicos marinos, y permite reducir costes y espacio de almacenamiento, al tiempo que facilita una preservación intacta y funcional de los organismos”.

La apuesta de la Ecimat por la criopreservación como línea estratégica de I+D, subraya Villalba, se plasmó en la creación de un Servicio de Preservación Funcional, que se integra en la Unidad de Cultivos Marinos,  y supone, además, una de las principales aportaciones de la Ecimat al European Marine Biological Resource Centre (EMBRC).

Para la puesta en marcha de este servicio, el centro de investigación acaba de recibir un importante respaldo del Ministerio de Economía y Competitividad a través de la convocatoria para la concesión de ayudas a infraestructuras y equipamiento científico-técnico.