Asturias pretende iniciarse en el cultivo de mejillones

Martes, 15 Diciembre, 2015

Una empresa creada el año pasado expresamente en Siero (Asturias), Mar Abierto Mejillones del Cantábrico, promueve la primera planta de cultivo de mejillones en el Occidente asturiano, que se ubicaría en mar abierto, en una zona próxima al puerto de Luarca, al este de cabo Busto, en Querúas. El cultivo se realizaría mediante líneas y bloques de fondeos (muertos), para ocupar una extensión de 63,2 hectáreas, en un rectángulo de aproximadamente 1.200 metros por 527 metros, para alcanzar a los cuatro años una producción anual de 3.150 toneladas.

El proyecto está siendo tramitado en la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias que ha visto en la superficie que ocuparía uno de los motivos por los que el proyecto debe someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, y no simplificada como pretendía el promotor.

En su resolución, publicada el viernes en el BOPA, el Principado explica que la ubicación de la planta es próxima a un espacio Red Natura 2000 (Cabo Busto-Luanco), y si bien para la Dirección General de Recursos Naturales del Principado no parece existir un grave problema con los organismos bentónicos y las aves, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente lo duda en base a la información aportada por el promotor. El Principado también justifica la necesidad de elaborar un estudio de impacto porque «las instalaciones tienen una extensión considerable, se ubican en una zona de considerable valor paisajístico sin que exista en los estudios ninguna valoración del mismo y supone además un nuevo uso con interferencias sobre la pesca tradicional, cuyas consecuencias deben ser estudiarse con más detalle».

Rentabilidad

Para que el proyecto resulte rentable la planta debería ocupar al menos una superficie de 1.200 por 527 metros, necesaria para instalar los 15.750 metros de tubo flotador precisos para obtener esos tres millones de kilos de mejillones. Las líneas de cultivo -porque no se criaría en batea- tendrían una longitud de 358 metros, con un sistema de anclaje al fondo en ambos extremos.

Las labores de cultivo se realizarían con la ayuda de un barco mejillonero de 20 metros de eslora, provisto de maquinaria de procesado (desgranada, limpieza, clasificación y embolsado) y de grúa hidráulica. Su puerto base estaría en Luarca.

En una primera fase, toda la producción sería vendida en fresco, para su consumo directo o su posterior procesado por parte de la industria conservera. El objetivo a medio plazo es el procesado (cocedero) y envasado (conservera) de una parte de la producción en la propia zona de cultivo.

Mar Abierto Mejillones del Cantábrico valoró otras ubicaciones para la planta, como el puerto de Gijón y una zona costera próxima a Villaviciosa, pero rechazó la primera por una peor calidad de las aguas y el elevado tránsito marino, y la segunda por motivos técnicos y económicos.

Frente a ellas, Querúas era mejor por la calidad de las aguas, el escaso tráfico marino y su escaso interés para la actividad pesquera. Pero lo cierto es que la Cofradía de Luarca, se opone al proyecto por afectar a la flota y la escasa información.