Algas reconvertidas en biocombustibles

Lunes, 4 Junio, 2012

Transformar aguas residuales y algas en biogás. Ése es el principal objetivo del proyecto que arranca en la localidad gaditana de Chiclana y que se encuentra ya en fase experimental. Siete firmas internacionales conforman el bautizado proyecto All-gas, en una iniciativa que lidera la empresa Aqualia.

El fin último es obtener biocombustibles y otros productos de alto valor energético a partir del cultivo de microalgas a bajo coste. Paralelamente, se contribuirá a la mejora de los procesos de depuración de la Estación depuradora de aguas residuales (Edar) de El Torno, en Chiclana. Su éxito, al margen de los productos resultantes, derivará en una reducción de los costes de depuración, con la garantía de que la actividad será respetuosa con el medioambiente.

El responsable de innovación de Aqualia, Frank Rogalla, ha presidido la puesta de largo de la planta piloto. Rogalla ha destacado que esta tecnología "elude la polémica que actualmente envuelve a otros proyectos similares", basados en la plantación de grandes extensiones de materias primas alimentarias. Esto provoca un aumento en el precio de los alimentos, por lo que recibe críticas de parte de algunos sectores sociales.

Así, será "una forma eficiente y sostenible de obtener energía de diferente tipo: biogás, biodiesel y biomasa", a lo que hay que sumar que el sistema que se implantará en la Edar El Torno se autoabastecerá con la propia energía producida.

El proyecto se enmarca en el séptimo programa marco de la Unión Europea y cuenta con una inversión de 11,8 millones de euros, de los cuales 7,1 millones proceden de fondos comunitarios.

Se trata de la primera vez que se implementa un proyecto de estas características a gran escala, con diez hectáreas de cultivo. Se prevé que con los biocombustibles producidos en esta extensión se pueda cubrir el consumo anual de una flota de 400 vehículos.

El programa experimental se divide en dos fases. La primera, de prototipo, sobre 300 metros cuadrados que es la que acaba de iniciarse y que se prolongará hasta 2014. Junto a las balsas de cultivo de algas, se han instalado laboratorios y oficinas modulares desde donde se coordinará el desarrollo del proyecto.
La segunda fase de construcción y operación de la instalación de cultivo de algas, denominada de demostración tecnológica, tendrá un periodo de vigencia de tres años y conlleva la instalación de las infraestructuras de cultivos sobre tres hectáreas de salinas de propiedad municipal para luego hacerse extensiva hasta las diez hectáreas.

No será hasta 2017 cuando se obtendrán los resultados que permitirán valorar en su justa medida si los cultivos de microalgas y los productos de valor añadido que generan consiguen el objetivo de ser económicamente rentables.

El proyecto europeo All-gas forma parte de una iniciativa liderada por Aqualia, elegida para este papel por su experiencia en la gestión y explotación de Edar -gestiona más de 300 en todo el mundo-, e integrada por un consorcio de entidades investigadoras: Universidad de Southampton (Reino Unido), BDI (Austria), Clean Algae (Holanda), Hygear (Holanda), MTD (Turquia) y Fraunhofer (Alemania).