ACUICULTURA: Greenpeace pide a la acuicultura que apueste por peces herbívoros

Miércoles, 30 Enero, 2008

Greenpeace pidió ayer a los productores de acuicultura y a los consumidores que apuesten por peces de alimentación herbívora, como la tilapia, la carpa o la panga, porque la cría de los tradicionales peces carnívoros, como el atún y el bacalao, "puede llegar a ser tan insostenible como la sobrepesca en mar abierto". La organización ecologista, que presentó un informe sobre el sector en el congreso Seafood 2008, que se celebra en Barcelona, puso como ejemplo que para producir un kilo de atún rojo en jaulas de acuicultura, como se hace en el Mediterráneo, es necesario alimentarlos con 20 kilos de pescados menos valorados comercialmente, mientras que para lograr uno de salmón, también de alto valor económico, se precisan entre 4 y 5 kilos de otras especies. "En el fondo -resume Nina Thuellen, bióloga de Greenpeace-, la acuicultura de peces carnívoros supone una pérdida neta de proteínas". Y el mar, claro está, se empobrece.

La acuicultura o crianza de peces en instalaciones controladas ya representa el 43% de la producción pesquera mundial y se ha convertido en indispensable para la seguridad alimentaria de millones de personas. En este sentido, Greenpeace precisó que no se opone a toda la acuicultura, ni mucho menos, sino a las prácticas que considera menos sostenibles. La lista de los supuestos perjuicios es extensa.

Además de la sobrepesca para alimentar a peces carnívoros, la organización destaca en primer lugar la contaminación derivada del uso de productos farmacológicos para controlar virus, bacterias, hongos y otros patógenos, "lo que pone en riesgo la biodiversidad cercana y es un riesgo potencial para la salud humana". El informe cita también como problema la invasión de especies foráneas: "La fuga de salmones atlánticos en granjas situadas en el Pacífico -pone como ejemplo- está desplazando a poblaciones autóctonas, como la trucha arcoiris de Norteamérica, con las que compite por la comida y el hábitat".

ADIÓS A LOS MANGLARES

La bióloga Cat Dorey afirma asimismo que la industria de la acuicultura está destrozando zonas costeras muy ricas biológicamente. Es el caso de manglares de Filipinas, Vietnam, Ecuador o Brasil que se han reconvertido en granjas para la cría del langostino. Incluso en España, según denuncia Greenpeace, se pretende destrozar zonas de alto valor -como en Galicia- para expandir la acuicultura.

La organización recomienda a los productores, incluso en el caso de criar peces carnívoros, que impulsen alternativas como la alimentación mixta con algas, pienso vegetal y bacterias, al menos mientras los animales son alevines. Greenpeace recuerda que los peces hervíboros ya son dominantes en China, líder en acuicultura, y que en varios países europeos, como Austria, Gran Bretaña, Chequia y los Países Bajos, se están creando con éxito granjas de tilapias (aunque no precisó el grado de aceptación entre los consumidores, en EEUU ya se ha convertido en la tercera especie más importada).

Greenpeace, finalmente, pide a las empresas que las larvas de las especies cultivadas provengan de ciclos cerrados en cautividad (no pescadas en mar abierto), que refuercen las medidas para evitar fugas y que apoyen el desarrollo económico y social de las comunidades locales.