Según aseguró ayer a EL DÍA el alcalde, Ángel Pablo Rodríguez, "una vez que hemos estudiado una situación bastante compleja, nos situamos en la necesidad de apoyar abiertamente a nuestros pescadores tradicionales en su solicitud de respetar los caladeros naturales que tiene la gente del mar y que se verán afectados por la instalación de un considerable número de jaulas. Está claro que la apuesta que hemos tenido desde hace años desde este gobierno local es la de defender a nuestros pescadores y su estilo de vida".
Así, apuntó Rodríguez, "nos parece que la acuicultura es una actividad de futuro, que apenas tiene 20 años y que aquí se ha comenzado a desarrollar con perspectivas importantes. Se está investigando mucho para que las jaulas sean sostenibles, desde el punto de vista ecológico, pero esta claro que no podemos apartarnos de nuestros vecinos y si la colocación de esas jaulas entorpece los caladeros tradicionales, como parece, pues nos situamos en la postura de pedirle a la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias que se recorte el número de jaulas previstas (entre las que hay y las que se pretende instalar se llegará a las 90) y se respete la opinión de nuestros pescadores".
De esta manera, después de muchos años de apuesta a favor del crecimiento de la actividad acuícola, inicialmente con la puesta en marcha de la primera escuela taller de cultivos marinos que desembocó en el inicio de las primeras apuestas empresariales, el Ayuntamiento de Tazacorte cambia el discurso y se alinea con la corriente de opinión extendida desde Tijarafe por la que se entiende que son demasiadas jaulas las que se han aprobado, para una producción de 4.000 toneladas más de peces de cultivo, ocupando una extensión de varios kilómetros lineales frente a la costa tijarafera. Desde la Alcaldía bagañeta se apunta que "aunque alguna jaula más se tendrá que poner para potenciar una actividad empresarial que entendemos positiva, hay que frenar lo previsto, porque es demasiado".
Rodríguez reconoce que todavía "la acuicultura tiene algunos problemas serios que resolver, en los que se está trabajando, como es el hecho de que en los piensos utilizados para alimentar a los peces en cría, se utilizan proteínas marinas de primer orden para fabricarlos, lo que supone sacrificar kilos de otros peces para alimentar doradas y lubinas. A esto se une el control medioambiental de las instalaciones respecto al medio que las rodea".
En ese sentido, añadió, "la acuicultura hecha con criterios de sostenibilidad es buena, pero realmente nos preocupa que existe un conflicto serio de intereses con nuestros pescadores, por la afección a los caladeros naturales, y estamos por la labor de defender a los que representamos desde esta administración local, por lo que vamos a reunirnos con el viceconsejero y le vamos a plantear esta situación para preservar los intereses de los profesionales perjudicados. Seguro que encontraremos puntos de entendimiento. Además, es corregible la decisión de colocar más jaulas porque aunque se hayan dado las concesiones, las mismas tienen que ir a la comisión de urbanismo, con un estudio de impacto que tiene que aportar la Cotmac, y en ese espacio se podrá modificar lo planteado hasta ahora".
En cuanto a las quejas surgidas en El Puerto de Tazacorte, entre otras cosas por la futura instalación de unas naves para los piensos de la acuicultura junto a la Urbanización Nuestra Señora de El Carmen, el alcalde quiso tranquilizar a los vecinos asegurando que "es cierto que en la zona que va hacia las Angustias hay prevista una pequeña zona industrial, pero si los almacenes de pienso constituyen una actividad molesta, se podría reconsiderar su instalación".