ACUICULTURA - ESPAÑA: Según la Conselleira do Mar Rosa Quintana, 'la piscifactoría en Cabo Touriñán se puede retomar, con la ley en la mano'

Domingo, 31 Mayo, 2009

Lleva poco más de un mes al frente de un departamento renovado, fruto de una promesa electoral cumplida, aunque suma ya 21 años vinculada a lo que antes se conocía como Pesca. Nacida al otro lado del charco (Venezuela, 1959), "desde muy pequeñita tuve vinculación con el mar", tanto como para licenciarse como bióloga marina en la USC. Su tesis versó sobre el mejillón –las bateas ganan un aliado–, fue jefa del Servicio de Inspección Pesquera –los furtivos tienen un gran enemigo– y ocupó puestos de responsabilidad al lado de varios conselleiros, entre ellos su admirado Enrique López Veiga, de quien aspira a seguir la estela. Llega con ganas y objetivos: ir de la mano con el sector y darle más libertad de acción, evitando intervencionismos. Rosa Quintana, afable en su despacho, bromea de cara a las fotos por una erupción en el labio. Y entramos en faena...

- Usted nunca se hubiese llevado la sede de Mar a Vigo, ¿no?

- No, nunca. Tiene importancia como para estar en la sede del Gobierno de Galicia, y entiendo que Santiago es un punto que queda muy céntrico para reunir al sector. Nuestro deber es acercarse lo más posible al administrado.

- ¿Como superar la falta de ‘feeling’ del sector con su antecesora?

- Pretendemos retomar el diálogo. No tiene sentido una consellería que no camine de la mano con el sector. Por ello reactivaremos desde el primer momento el Consello Galego de Pesca, que integra a todo el sector, y el Comité Científico, dos órganos asesores de la Xunta a los que se les dio muy poco protagonismo. El comité científico nunca se llegó a reunir, pese a tener obligaciones reguladas en un decreto que debía cumplir.

- Nada más llegar paraliza la ley de pesca. ¿Tan pésima era?

- Era muy intervencionista. Hemos dado los primeros pasos para modificar artículos de la Lei de Pesca que no fueron consensuados con el sector. Pospusimos seis meses la entrada su vigor para reunirnos con ellos, estudiar los artículos problemáticos, hacerles nuestra propuesta y modificarla. A finales de julio tendremos el texto definitivo, para defenderlo en el próximo período de sesiones, de septiembre a diciembre.

- ¿Por qué levantaba tantas ampollas entre las cofradías?

- Las cofradías cumplen su papel y deben estar ahí, están muy vinculadas al aspecto sociocultural de las gentes del mar, y la ley las trataba mucho peor que a cualquier otra fórmula organizativa. Se limitaban sus y ni siquiera se dejaba en sus manos fijar sus planes de trabajo.

- Y el tema de los permisos...

- En todo el tema de licencias o permisos de explotación, no se supo transmitir qué se pretendía hacer. Por mucho que leo y leo la ley, no soy capaz de entenderlo, me quedan lagunas. Y yo tengo experiencia en normas, por lo que no quiero ni pensar al sector. Era una ley muy intervencionista que dejaba las manos muy libres a la administración... y eso yo lo quiero cambiar.

- ¿Cómo luchará contra la lacra del furtivismo, en auge por la crisis?

- Por un lado, lanzando el mensaje a la sociedad, que debe entender que todo aquel que consume productos que llegan desde furtivos está acabando con un sector profesional. También hay que alcanzar un compromiso con los propios profesionales, pues me preocupa el furtivismo interno.

- ¿Y en el terreno de la vigilancia?

- Vamos a trabajar unidos y coordinados, con un buen funcionamiento del Servizo de Gardacostas, apoyado por las fuerzas y seguridad del Estado. He tenido contactos con Presidencia, y pronto firmaremos un convenio para que una unidad de la Policía autonómica se incorpore a estas labores. Además, como Administración, apoyaremos las vigilancias de las propias organizaciones del sector. Había muchos proyectos sin resolver por la anterior conselleira, y aspiramos a adelantar los pagos a aquellos que recogían vigilancia y asistencia técnica.

- ¿En cuanto a las ayudas europeas, ¿se intentará conseguir más?

- Nuevas ayudas no, explotaremos las que tenemos. Hay temas muy retrasados. Por ejemplo, el de los grupos de acción costera, que debían funcionar en 2007. Estamos en 2009, y aún no están firmados ni los convenios.

- ¿Habrá que exprimir al máximo estos fondos comunitarios?

- Al máximo. Estamos en una crisis, y yo digo que cuando no tenemos dinero hay que inyectar ilusión e imaginación, pero también aprovechar bien los fondos estructurales de la UE para articular un sector fuerte capaz de sobrevivir sin ayudas y subvenciones.

- ¿Qué pasa con los planes estratégicos sectoriales de la anterior Xunta?

- Los planes estratégicos de la conserva y de los congelados ya están elaborados, y hay unos observatorios creados en la legislatura anterior, para medir su seguimiento, que no fueron puestos en marcha. El sector cree y participó en ellos, por lo que nosotros vamos a ponerlos en marcha ya.

- ¿Y habrá alguno nuevo?

- El mejillón también tendrá su propio plan estratégico, aunque hay que elaborarlo, nos estamos reuniendo con las asociaciones más importantes para elaborar una comisión de trabajo que diseñe cual debe ser su futuro. Muchas veces hablamos del mejillón sin darle toda la importancia que tiene, y fue puntero en el desarrollo de la economía de Galicia. De él viven muchas familias, y debe recuperar el prestigio que tenía.

- ... Y son nuestra producción de acuicultura más importante...

- Es cierto, pero creo que tenemos que hacerlo competitivos, hoy no lo son. El sector se perdió en luchas internas, en lugar de trabajar para ganar y no perder cuotas de mercado, y en adaptarse a las demandas de la sociedad.

- ¿No será culpa también un poco de las importaciones masivas?

- No me opongo a las importaciones, estamos en un mercado global, y si queremos que nuestros productos se vendan en todo el mundo, debemos ser consecuentes. Pero con reglas claras. Las importaciones deben pasar los mismos controles que nuestros productos, para ofrecerles a los consumidores la máxima calidad y garantías sanitarias, e indicar siempre el origen exacto del producto. Si el comprador elige el gallego, mucho mejor, pero si no, que sepa de dónde viene.

- ¿Y revisará el plan acuícola?

- En acuicultura no quiero perder un minuto. Si revisar todo el plan me va a suponer un retraso en su aplicación de un mes, o el retardo en una inversión, no lo haremos. Voy con el plan que nosotros habíamos hecho, y con el que dejó el Gobierno anterior, a reunirme la próxima semana con el clúster y la asociación de acuicultores.

- ¿Cree que se trabajó mal?

- Fue un paso de gigantes, pero hacia atrás, dejar de liderar los cultivos y los avances y la innovación que se deriva de las puesta en marcha de nuevos proyectos. Mi objetivo es que Galicia vuelva a ser la primera, que es su lugar.

- Retomar el proyecto de la piscifactoría en Touriñán... ¿es posible?

- Es posible con la ley en la mano. El proyecto de Cabo Touriñán cumplía estrictamente la normativa, así lo hizo saber la UE. Prueba de ello es que se desechó porque se construía en un espacio Red Natura 2000, y en Portugal se levantó... en un espacio Red Natura 2000. Se puede retomar.

- ¿Pescanova estaría interesada?

- Antes de hablar con ellos, no voy a manifestarme yo. Pero nuestros empresarios siempre apostaron por invertir en Galicia, y si tienen la más mínima posibilidad de hacerlo, lo harán. Lo que la administración debe hacer es facilitar las posibilidades de invertir en Galicia. No se pararán proyectos si son respetuosos con el medio ambiente y el resto de legislación.

 

Sus deseos para la pesca: “Un sector que crea en su futuro”

¿Qué futuro marítimo aguarda Rosa Quintana para Galicia? "Espero ver a unas mariscadoras a pie que se transformen en acuicultoras. Un sector fuerte y organizado, ilusionado, que crea en el futuro de la pesca, y que retome la voz que tenía en Europa, a nivel mundial, y que se nos oiga en la Unión Europea y en todas las organizaciones intenacionales".

La llamada de Núñez Feijóo le provocó "miedo, temor a no cumplir las expectativas" en un principio, pero también "ilusión y orgullo". A su presidente "le ofrecí dos cosas: lealtad y trabajo". Ya sabemos que no traga con la eólica marina, y que cree firmemente que con sentidiño, se logra la sostenibilidad de los recursos. Porque "son renovables, no como la minería". Apuesta por trasvases de cuotas entre los armadores que abandonan y los que se quedan, para que éstos "puedan vivir dignamente".

Ve en el sector de la bajura "una gran industria" a la que le falta "trabajar ordenadamente y mejorar sus canales de comercialización". Ahora bajo sus órdenes están los puertos, y en el futuro aspira a que los de interés general sean de su competencia. Y tiene un gran temor que espera evitar en toda la legislatura, fomentando la seguridad: acudir a un puerto porque se hunda un buque y haya víctimas. "La vida de los marineros es lo más importante".

¿Tiempo libre? "Poquito", que dedica prioritariamente a estar "con mi hijo, con mi marido y con mis padres". Le gusta leer, montar a caballo, y oír música.