ACUICULTURA - ESPAÑA: Reacciones de prudencia y satisfacción moderada al plan de Medio Ambiente, a la espera de conocer la letra pequeña

Sábado, 16 Febrero, 2008
Ahora bien, aunque respiran aliviados, porque finalmente solo tendrán que dejar libres los seis primeros metros de litoral -los correspondientes a la servidumbre de protección de Costas- cuando lo que se proponía era su destierro total y absoluto del dominio público, el representante de estas industrias de transformación entiende que «no es una postura lógica», pues no cree que se consigan grandes avances desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental. «Es más, se trata de empresas que están perfectamente integradas en nuestro territorio y que no hacen daño a nadie».

Vieites apeló, asimismo, a que se sigue precisando cierta flexibilidad, dado que «en algunos casos se podrá hacer el retranqueo y, en otros, la retirada de la servidumbre de protección será más compleja y quizá no pueda llevarse a cabo».? Por todo eso fuentes del sector aseguran que quizá la fórmula planteada por Costas sea un medio de «salir de la polémica con algo de razón». El planteamiento es «una chorrada y la Xunta lo que tiene que hacer es defender a los empresarios gallegos y ponerse firme ante Medio Ambiente», afirman esas fuentes.

Prudencia en la acuicultura

Mientras, en el otro colectivo gravemente afectado, el de la acuicultura, impera la prudencia. «Hasta que no conozcamos los términos concretos del acuerdo no podemos pronunciarnos», señaló Enrique Corrales, portavoz de Stolt Sea Farm, la empresa productora de rodaballo que tenía problemas para ver renovada la concesión de sus plantas de Palmeira y Merexo.

En esa línea se manifiestan fuentes de la Asociación de Productores de Rodaballo de Galicia (Aroga), que esperan a poder leer «la letra pequeña» para dar su valoración. Fernando Otero, gerente de la patronal, explica que desconoce cuestiones claves, como si la Administración podrá rescatar la concesión antes de que finalicen esos siete años o no. De lo que sí se mostró satisfecho es de que el Gobierno haya ofrecido una solución global, para todas las empresas y no haya arreglado el problema ofreciendo soluciones individuales. Otero insiste en que la Administración tiene que entender que estas firmas dependen del litoral y no pueden estar muy alejadas de él.