Lunes, 11 Mayo, 2009
Tal vez porque se trata de especies muy demandadas y de alto valor añadido, pulpo y oriciu volverán a centrar el próximo año, si no hay sorpresas, la investigación en acuicultura asturiana, que no se desarrolla de forma aislada, sino en el contexto de los planes nacionales en los que participan diversas comunidades autónomas.
Dos de los tres proyectos considerados prioritarios por el grupo de seguimiento de los planes nacionales de acuicultura con vistas a 2010 tienen como protagonistas a las citadas especies, mientras todavía están vigentes este año otros programas con distintas investigaciones sobre el cefalópodo y el equinodermo.
Según informó a EL COMERCIO José Carrasco, responsable de acuicultura de la Dirección General de Pesca de Asturias, el próximo año se retomará la investigación tendente a cerrar el ciclo vital del pulpo en laboratorio. Asturias y Galicia fueron pioneras, en su día, en conseguir el desarrollo de unos pocos ejemplares tras la eclosión de los huevos, pero la mortandad de los ejemplares en estado larvario es enorme y los individuos que sobreviven son todavía excepción.
El caso es que los buenos resultados de las investigaciones sobre alimentación para el engorde en jaula, a partir de ejemplares pescados en medio natural, no satisface las aspiraciones de los investigadores ni de las empresas que esperan resultados para explotar una especie de rápido crecimiento, buen precio y máximo aprovechamiento gastronómico. Por si fuera poco, se presta perfectamente a la congelación, de forma que es fácil regular el acceso al mercado.
En esas condiciones, lograr el desarrollo de las larvas en cautividad volverá a ser, a la espera de la aprobación definitiva del proyecto, el objetivo a partir del próximo año.
Uno de los programas actuales de investigación, que se desarrolla en las intalaciones que el Centro de Experimentación Pesquera tiene en Castropol, busca optimizar el engorde de pulpo en jaulas y, aunque Carrasco afirma que dicha especie es «muy sibarita en su alimentación», ya está comprobado que una dieta a base de bacaladilla produce mejores resultados (ganancia de un kilo cada dos meses) que a base de mejillón (ganancia de aproximadamente 150 gramos en el mismo periodo).
Las investigaciones tienen ya aplicación por algunas organizaciones de pescadores gallegos, que, a partir de ejemplares extraídos del medio natural obtuvieron en 2007 una producción de 25 toneladas. En ese caso, los pescadores tienen la ventaja de que pueden proporcionar como dieta algunos crustáceos que caen en sus aparejos, con los que llegan a conseguir una ganancia de un kilo al mes.
La harina de krill y alginatos son también alternativas en la investigación.
Oricios
Por lo que a los oricios se refiere, tal vez lo más destacable es que su fama se ha extendido mucho más allá del Principado, donde hasta hace poco tiempo se consumía prácticamente en exclusiva, y si en las primeras investigaciones participaron, además de Asturias, Galicia y Canarias, ahora se suman Cantabria, Andalucía y Murcia.
La investigación avanza en dos direcciones diferentes. Por una parte, se busca repoblar zonas submareales del Occidente de Asturias con ejemplares cultivados en Castropol, para paliar la sobreexplotación, y, por otra, se prevé someter a los oricios capturados a un tratamiento alimenticio, antes de sacarlos al mercado, para aumentar las gónadas (parte roja que proporciona el mejor sabor), es decir, la calidad del producto.