ACUICULTURA - ESPAÑA: Peces en el mar de plástico

Martes, 12 Mayo, 2009

El proyecto, que cuenta con la financiación de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, surgió, según comentó Guadalupe López, responsable del Departamento de Ingeniería de Tecnova, de «la colaboración con la Fundación Centro Tecnológico de la Acuicultura de Andalucía». Asimismo, señaló que, de momento, «se ha hecho todo de forma experimental y las condiciones para los peces bajo plástico son las adecuadas». López explicó que se ha elegido la tilapia, un pez tropical, como especie para criar en invernadero por dos razones fundamentales. En primer lugar, «cuenta con una amplia gama de subespecies, lo que la hace muy adaptable» y, en segundo lugar, «porque tiene una gran proyección comercial». Y es que la tilapia, aunque no es un alimento muy consumido en España, sí lo es en Sudamérica y, debido en parte a la inmigración, se está convirtiendo en un producto cada vez más demandado en el mercado nacional. Asimismo, Guadalupe López indicó que, «más que para su consumo en fresco, se utiliza para su comercialización como producto preparado, como, por ejemplo, en filetes congelados».

De momento, se está trabajando con empresas constructoras de invernaderos en la búsqueda de la estructura más adecuada para albergar este particular cultivo, aunque la responsable del departamento de Ingeniería de Tecnova quiso dejar claro que, en principio, «el proyecto no contempla la construcción de ningún prototipo, sino que estamos trabajando en la búsqueda de un modelo». En esta búsqueda, junto a Tecnova, participan Frada Invernaderos, Invernaderos Ferrer, Agroinver, Novedades Agrícolas y Tecnoponiente. La intención es, en última instancia, «optimizar la estructura».

Cría

La tilapia, al ser un pez tropical, necesita una temperatura del agua bastante elevada y aquí es, precisamente, donde entra el invernadero. Según comentó Guadalupe López, «la temperatura del agua dentro del invernadero, en invierno, siempre va a ser la adecuada». Asimismo, añadió que, incluso, «aunque hubiera que utilizar calefacción en algún momento, su coste siempre sería inferior al de la calefacción para una nave», por tanto, no es descabellado afirmar que este cultivo es «más viable económicamente en un invernadero». Asimismo, el hecho de que bajo plástico no haya que emplear calefacción, salvo en momentos puntuales, hace que «se reduzcan los inputs durante su producción».

La cría para su posterior comercialización de tilapia en el interior de una superficie invernada es una forma de diversificar la actividad 'tradicional' de los invernaderos y, de este modo, buscar nuevas oportunidades de negocio y una nueva rentabilidad para las explotaciones.

Alternancia

En cualquier caso, la investigadora de Tecnova quiso dejar claro que, de ninguna manera, el cultivo de tilapia sería excluyente, es decir, no acabaría derrotando a los cultivos tradicionales, sino que «estamos contemplando la posibilidad de una cierta alternancia con los cultivos tradicionales». «Ambas producciones coexistirían dentro del invernadero; por un lado, el tanque para la tilapia y, por otro, el cultivo normal de calabacín, tomate o pepino», argumentó.

Aunque, de momento, el proyecto se encuentra en la fase de desarrollo de la estructura más óptima para esta nueva producción bajo plástico, la intención del Centro Tecnológico Tecnova es tener unos primeros resultados una vez finalice el verano. De ser todo un éxito, la producción de tilapia en invernadero podría ser una realidad, no sólo en Almería, sino en otras zonas en las que, quizás por sus condiciones climatológicas, este pez tropical no podría criarse. De este modo, el objetivo se habría cumplido y el sector de la industria auxiliar de la agricultura habría encontrado una nueva fórmula para diversificar sus negocios, pero no sólo las constructoras de invernaderos.

De este modo, según apuntaron desde Tecnova, además de la creación de nuevos puestos de trabajo, «en los resultados del proyecto se podrían implicar múltiples sectores como los productores acuícolas, las constructoras de invernaderos para las estructuras, las empresas de riego para el diseño de embalses, las empresas de plástico para las cubiertas a utilizar y las empresas de control climático». Los peces nunca dejarán el mar, pero lo van a cambiar por uno 'de plástico'.