El proyecto, financiado con fondos del programa «Proder II», fue impulsado desde el Ayuntamiento de Laviana y tuvo un coste total de 715.230 euros. Incluye la construcción de dos vistosos edificios de madera, uno octogonal y otro de planta rectangular, de 500 metros cuadrados cada uno, situados en la margen izquierda del río Nalón. Tanto el centro itciogénico como el aula didáctica serán gestionados por la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón. Arturo Álvarez, presidente de la asociación, confía en que para la próxima campaña de pesca el centro itciogénico ya pueda albergar truchas reproductoras. «Con este centro podremos conseguir una línea genética pura de trucha autóctona con la que repoblar el río Nalón y sus afluentes», señaló Arturo Álvarez. El pescador apunta que hasta ahora, para conocer la pureza genética de un reproductor, había que sacrificarlo, «pero ahora, con los medios que tendrá el centro y los nuevos métodos científicos con sólo una pequeña muestra de la aleta dorsal se puede conocer buena parte de su patrón genético». Gracias al nuevo centro itciogénico de La Chalana será posible realizar repoblaciones dentro de los límites del parque de Redes, cosa que hasta la fecha resultaba totalmente imposible al desconocer la pureza genética de los reproductores.
El presidente del colectivo de pescadores del Nalón afirma que la entrada en servicio de este centro será, además, un elemento de dinamización turística. Y es que el edificio del aula didáctica del Nalón, que complementará al centro itciogénico, estará conectado por una cristalera que permitirá ver la actividad del centro y los peces. No obstante, por cuestiones sanitarias, los visitantes no podrán entrar en el centro itciogénico. El aula didáctica estará equipada con una sala de audiovisuales, varias de exposiciones y una recepción, y los pescadores quieren que este equipamiento trabaje en red con otros equipamientos turísticos del Valle, para generar sinergias.