ACUICULTURA - ESPAÑA: Las especies pesqueras tardan una década en recuperarse a través de la repoblación

Lunes, 7 Septiembre, 2009
En 2005 científicos gallegos iniciaron una ambiciosa experiencia piloto: repoblar la costa gallega soltando especies en cautividad para aumentar en el mar la biomasa de productos pesqueros amenazados por la sobrepesca. Empezaron con rodaballo y lubrigante. Casi cuatro años después, tras arrojar en el litoral de la comunidad 37.000 ejemplares de dicho pescado y 12.520 juveniles del preciado crustáceo, los índices de recuperación de estas especies "no son tan buenos como se esperaba". El proceso de repoblación requiere su tiempo y, según los cálculos de los expertos en la materia, en el caso del rodaballo (el pescado en que Galicia está más avanzada) el stock tardará entre ocho y diez años en recuperarse.
 
Para poder afirmar con rotundidad que una especie se ha recuperado (alcanzando los niveles de biomasa apropiados) es necesario capturar un 8% de los ejemplares que en su momento fueron soltados en mar abierto. "Hasta ahora, nuestro mejor porcentaje de captura está por encima de un 2% de las sueltas de rodaballo después de 14 meses creciendo en el océano", explica Carlos Mariño, responsable del Programa de Repoblación del del Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa), ubicado en Arousa. Es decir, en tres años se captura un 2% de los ejemplares con talla comercial; en 2010 los técnicos esperan que este porcentaje sea del 5% y todo apunta a que habrá que esperar a 2013 para conseguir el deseado 8%. Sólo entonces se podrá confirmar que el rodaballo vuelve a gozar de buena salud en la costa gallega después de años de inyección de ejemplares procedentes de la acuicultura. En el caso del lubrigante el ritmo es todavía más lento. Al menos el rodaballo alcanza la talla comercial un año después de la suelta. El lubrigante no. Tras dos años en el mar todavía no logra la talla mínima para ser comercializado (tarda entre tres años y tres años y medio). Los técnicos del Igafa sólo han tenido acceso a dos ejemplares marcados: tras dos años en las aguas del litoral gallego han crecido hasta los cinco centímetros, lejos de los quince exigidos como longitud mínima para ser vendidos en lonja.

Uno de los principales problemas para seguir la evolución de las especies repobladas es el propio sistema de seguimiento implantado por los científicos. Cuando los ejemplares se sueltan en el mar llevan una marca. A partir de ahí, la responsabilidad es de los propios marineros que deben entregar a los científicos los peces marcados que caen en sus redes. "Esto no siempre ocurre. Además de las trabas biológicas están las sociológicas; la educación del sector pesquero para que nos ayude a controlar las especies marcadas que capturan porque es nuestro único método de medición. Nosotros no podemos estar vigilando en todas las lonjas de Galicia las especies que entran con una marca. Y muchas veces vamos y sí nos encontramos con ejemplares que no nos entregan", argumenta Mariño.

¿Realmente es rentable la repoblación? Es una de las dudas que todavía tienen los científicos gallegos. "Los rodaballos liberados hasta hoy proceden de piscifactorías comerciales de Galicia. Se compraron a dos empresas, siempre lotes diferentes para evitar la consanguinidad en el momento de soltar los ejemplares al mar", explica Mariño, quien añade que, tras las pruebas experimentales de estos años, habrá que centrarse en especies que sean rentables económicamente: "el rodaballo y la lubina tienen un alto valor, el lubrigante también pero está tardando mucho. Quizás haya que pensar en especies como el erizo, también caro y con menos movilidad en el mar". Besugo y lenguado serán las próximas especies en ser repobladas.

Japón: el gran maestro

O Grove, Muxía y Lira son los puntos clave del litoral español en repoblación. Galicia ha sido la primera comunidad en experimentar esta técnica, tras un viaje realizado a Japón en 2003 por técnicos de la Consellería de Pesca, que tomaron la iniciativa en aquel momento. Japón es sin duda la primera potencia mundial en repoblar sus mares, con una trayectoria de 30 años (combatiendo la sobreexplotación pesquera con la siembra artificial de las aguas).

"En Galicia hemos tomado la iniciativa. Empezamos a diseñar los planes en 2003 y en 2005 comenzaron las sueltas. Hoy somos cinco las comunidades que trabajamos en repoblación. Además de Galicia, que avanza en rodaballo y lubrigante e incorporará besugo y lenguado, Cataluña y Baleares están probando con centollo mediterráneo; Andalucía con lenguado y parracho (lo que nosotros llamamos curuxo) y Canarias con dorada y lubina. Estos proyectos forman parte del Plan Nacional de Repoblación. De todas formas, ellos aún no han obtenido resultados y nosotros, aunque más avanzados, quizás vayamos más lento de lo esperado", añade Mariño.