El año pasado ha sido complicado para el sector acuícola. La caída en la demanda de pescado ha provocado que especies como el rodaballo, la principal producción en Galicia, se haya desvalorizado un 40% en año y medio. Es la cifra que aporta el presidente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos, Pablo García, que espera que en 2010 "haya signos de mejora". El representante de los productores espera que el sector pueda seguir creciendo con un marco jurídico claro y una situación financiera menos restrictiva.
La acuicultura, según el propio sector, no pasa por su mejor momento, pero se espera que vuelva a crecer en los próximos años. Por ello, con el horizonte de la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos (Apromar) y la Asociación de Productores de Rodaballo de Galicia (Aroga) celebran hoy en Galicia unos debates sobre la situación y las perspectivas de futuro de la actividad acuícola a nivel europeo. El presidente de Apromar, Pablo García, califica el año pasado de "extremadamente complicado" para el sector.
-¿Cuál es el objetivo principal de estas jornadas sobre acuicultura?
-Trasladar a los miembros del Consejo Económico y Social Europeo una idea lo más realista posible del sector, de forma que estén bien informados y cuando tengan que dar alguna opinión lo hagan desde el conocimiento de la realidad que tenemos en Galicia. Van a tener que emitir informes y opiniones sobre la acuicultura a nivel europeo y deben tener una visión real del sector porque la mayoría de ellos no pertenecen al sector acuícola ni del mar ni de la pesca. Lo que pueden conocer del sector es por referencias, estudios, informes, y esta es una excelente ocasión para ver cosas sobre el terreno y escuchar a los especialistas.
-¿Cómo calificaría el año 2009 para la acuicultura?
-Ha sido extremadamente complicado y, por desgracia, ha empeorado la situación de muchas empresas tanto por los problemas de mercado, la bajada de precios y del consumo, como por los problemas de financiación. Un ejemplo claro para Galicia es que el rodaballo registró un descenso de precio cercano al 40% en 18 meses.
-¿Qué espera de 2010?
-Que la situación haya tocado fondo y haya signos de mejora. Lo más importante es que aumente la demanda, que la gente consuma más pescado.
-No es el mejor momento económicamente pero ¿cree que se podrán iniciar algunos proyectos del Plan Galego de Acuicultura durante este año?
-No lo sé porque, más allá del interés de las empresas de invertir o no, estamos en un compás de espera para que se aprueben determinadas modificaciones del plan acordes con el Plan de Ordenación del Litoral. Estamos expectantes a la espera de que se dé luz verde. Una vez esté el marco normativo definido entiendo que la cantidad de iniciativas y su cuantía no van a ser las mismas que se plantearon en 2007 porque la mayoría de las actuaciones requieren financiación externa, de préstamos de los bancos, y la situación ahora mismo es mucho más restrictiva.
-¿Qué balance hace de la reforma del plan acuícola, con dos nuevas plantas, entre ellas la de Pescanova, y la eliminación de otras cuatro?
-El plan, tanto el anterior como el actual, tiene suficientes emplazamientos. El que se cambien tres o cuatro ubicaciones o se quiten no tiene relevancia. Lo importante es que se definan las condiciones para ponerlos en marcha. Hay bastantes polígonos para que si se quiere invertir se pueda.
-Tras la decisión de incluir la planta de Touriñán, en el sector se habla de que se abre la puerta a presentar proyectos fuera del plan sectorial para incluirlos a posteriori. ¿Está de acuerdo?
-Es posible. Es una de las cosas que se han comentado pero ahora mismo no está confirmado. Entiendo que durante la tramitación de este nuevo plan y de su marco regulatorio quizás se pueda aportar alguna ubicación nueva pero tampoco sabemos nada seguro. Llevamos años con modificaciones de emplazamientos y legislación. Las empresas estamos a la expectativa para actuar cuando se aclare el panorama.