Martes, 13 Octubre, 2009
El centro de cría de truchas de La Chalana ya está en marcha. La Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón ya ha introducido en las balsas de las nuevas instalaciones los primeros 30 peces reproductores junto con otros 3.000 ejemplares procedentes del coto sin muerte de Laviana o criados en piscifactorías. Son los primeros pasos con el objetivo de poner en marcha, a partir de 2010, la cría de ejemplares autóctonas a partir de truchas reproductoras -de entre 28 o 30 centímetros- de los ríos Monasterio y Ablanosa, en el parque natural de Redes. De entre esos ejemplares se seleccionarán los peces «más puros» para, con el tiempo, hacer de las instalaciones «un centro de cría de la trucha asturiana más auténtica», lista para reintroducirse en los ríos de la región.
Arturo Álvarez, presidente de la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón, explicó que las instalaciones se han puesto en marcha «un poco antes de lo previsto» por la ejecución de las obras de una escollera en la zona de La Chalana. Esta área es la única del coto sin muerte de Laviana donde las truchas sobrevivieron al vertido contaminante que acabó con la mayoría de la pesca el pasado mes de agosto. «Antes de comenzar las obras sacamos todos los peces de la zona. La truchas grandes las dejamos para reproductores en el centro y la de menor tamaño las llevamos a la parte alta del coto», en Puente d'Arcu, donde la pesca «desapareció por completo por el vertido».
A la treintena de truchas reproductoras que se sacaron del pozo se unieron cientos de peces de menor tamaño y miles de truchas «casi alevines, de unos 8 centímetros» criadas en otras piscifactorías. Con estos ejemplares y los que extraigan de la zona situada entre los pantanos de Rioseco y Tanes, un área vedada «durante años», de la que esperan sacar decenas de truchas reproductoras, se comenzará a criar nuevos alevines este año. La época de reproducción de la trucha es en noviembre y diciembre, y para el año que viene esperan poder soltar «175.000 alevines».
Esta primera temporada de cría en el centro de La Chalana servirá de experiencia para el año próximo, cuando los responsables de la asociación de pescadores quieren empezar a criar trucha «genéticamente más pura» para repoblar el río Nalón y otros cauces de la región. Para conseguirlo, se extraerán los ejemplares de gran tamaño de los ríos Ablanosa y Monasterio, en Caso. A cada uno de ellos se les marcará con un chip, se les tomará una muestra de tejido y éste será enviado a la Universidad de Oviedo, donde se hará un estudio de ADN.
Arturo Álvarez, presidente de la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón, explicó que las instalaciones se han puesto en marcha «un poco antes de lo previsto» por la ejecución de las obras de una escollera en la zona de La Chalana. Esta área es la única del coto sin muerte de Laviana donde las truchas sobrevivieron al vertido contaminante que acabó con la mayoría de la pesca el pasado mes de agosto. «Antes de comenzar las obras sacamos todos los peces de la zona. La truchas grandes las dejamos para reproductores en el centro y la de menor tamaño las llevamos a la parte alta del coto», en Puente d'Arcu, donde la pesca «desapareció por completo por el vertido».
A la treintena de truchas reproductoras que se sacaron del pozo se unieron cientos de peces de menor tamaño y miles de truchas «casi alevines, de unos 8 centímetros» criadas en otras piscifactorías. Con estos ejemplares y los que extraigan de la zona situada entre los pantanos de Rioseco y Tanes, un área vedada «durante años», de la que esperan sacar decenas de truchas reproductoras, se comenzará a criar nuevos alevines este año. La época de reproducción de la trucha es en noviembre y diciembre, y para el año que viene esperan poder soltar «175.000 alevines».
Esta primera temporada de cría en el centro de La Chalana servirá de experiencia para el año próximo, cuando los responsables de la asociación de pescadores quieren empezar a criar trucha «genéticamente más pura» para repoblar el río Nalón y otros cauces de la región. Para conseguirlo, se extraerán los ejemplares de gran tamaño de los ríos Ablanosa y Monasterio, en Caso. A cada uno de ellos se les marcará con un chip, se les tomará una muestra de tejido y éste será enviado a la Universidad de Oviedo, donde se hará un estudio de ADN.