La patronal conservera española Anfaco Cecopesca y su centro de investigación, con sede en Vigo, se han unido al consorcio o alianza estratégica constituida por siete centros tecnológicos de España con el objetivo común de fabricar "envases inteligentes" o "activos", es decir, capaces de añadir a los alimentos componentes naturales que prolonguen su vida útil retrasando procesos como la oxidación o la degradación por el efecto de agentes microbianos. Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que se sitúa "a la vanguardia de las tecnologías de conservación de alimentos" y que pretende responder al requerimiento del mercado de ampliar la vida útil de los alimentos conservando sus características originales, además de sustituir a los actuales conservantes y estabilizantes.
La idea de los centros que impulsan esta novedosa investigación es lograr recipientes y plásticos separadores en cuya fabricación se incluyan compuestos naturales con características antioxidantes y antimicrobianas extraídos de subproductos pesqueros o agroalimentarios, como es el caso de las algas, el ajo, la aceituna o la uva.
Lo mismo que otros centros tecnológicos de España han apostado para su experimentación por alimentos y subproductos agroalimentarios representativos de sus respectivas zonas, –queso en el País Vasco, cárnicos ibéricos en Extremadura o tomate en Murcia–, la apuesta de Anfaco para su participación en el proyecto es la del pescado y los productos pesqueros, según explicaron a este diario Sandra Rellán, responsable del área de I+D de Anfaco Cecopesca, y Vanesa Moreno, encargada del desarrollo del proyecto de los nuevos envases.
Los productos en los que se centra la investigación de los laboratorios de Anfaco son las algas marinas, aunque también se estudiarán las posibilidades de moléculas extraídas de otros productos, como es el caso del ajo, con propiedades antimicrobianas, o de la uva o la papaya, con características también antimicrobianas pero también antioxidantes.
Vanesa Moreno detalló que para este proyecto han optado por las algas marinas de nuestra costa ya que "como organismos fotosintéticos, constituyen una fuente importante de compuestos antioxidantes y de enzimas protectoras". Así, entre las algas con la que se experimentará están la verde Fucus spp, y las pardas Ascophyllum nodosum y Ishige okamurae, además de la Palmaria palmata, Laminaria digitata o Chlorella pyrenoidosa.
Moreno destacó que el objetivo es el "desarrollo de envases y films plásticos con propiedades antioxidantes y antimicrobianas a partir de la adición de los extractos de algas obtenidos en la investigación", así como de otros con los que se ha investigado. Tales extractos se probarán en productos de la pesca refrigerados, "desarrollando films antioxidantes y antimicrobianos separadores de filetes" y también en productos de la pesca y acuicultura sometidos a tratamientos térmicos "con envases flexibles, formato bolsa-pounch, con propiedades antimicrobianas, que contengan el producto".