Mira aplaude el «milagro Pescanova»

Domingo, 14 Enero, 2007

Los partidarios de la «fábrica», como la apodan en Mira, glosan ya sus efectos: la riqueza, el empleo y la ruptura de un hastío industrial que envejece el pueblo a pasos agigantados. Sus detractores hablan de la polución y critican el emplazamiento elegido. Para Joan María Ribeiro Reigota, presidente de la Cámara Municipal y máxima autoridad local, no hay lugar para las dudas: «Han dicho que serán respetuosos con el medio ambiente y el Gobierno portugués ha declarado el proyecto de interés nacional. No hay más que hablar. Velaremos por que todo salga bien, pero lo que está claro es que Mira no puede renunciar a esta oportunidad».

El inmenso arenal de casi 10.000 metros de longitud que perfila a diario el océano Atlántico se ha convertido en un imán (casi el único) para el turismo, del que viven el 61% de los lugareños. A la de Mira se la llama playa de los españoles -recibe 8.000 turistas entre los meses de julio y septiembre- y, entre su inmensidad, un camino abierto entre arena y pinos muestra la ubicación elegida por el Gobierno portugués para el imperio acuícola que Pescanova promovió en otro enclave natural gallego (Touriñán) y la Xunta rechazó.